Una investigación descubre cómo trataban a las personas con síndrome de Down en la prehistoria: tenían vidas cortas

Un estudio realizado por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva ha identificado, mediante el análisis de ADN de casi 10,000 restos humanos, seis casos de síndrome de Down en niños de la Edad de Piedra y la Edad de Hierro. Este descubrimiento constituye la evidencia más antigua jamás encontrada de esta condición y permite analizar el papel de las personas con discapacidad en sociedades prehistóricas.

La investigación, cuyos hallazgos se publicaron en Nature Communications, analizó muestras provenientes de sitios en Irlanda, Bulgaria, Grecia, España y Finlandia, mediante un novedoso modelo estadístico que permitió detectar de manera fiable la presencia de una copia extra del cromosoma 21 en dichos restos. Además identificó un caso de síndrome de Edwards, otra anomalía cromosómica de consecuencias más graves.

Una mirada a la genética del pasado

Las células humanas suelen contener 46 cromosomas, organizados en 23 pares, un cromosoma de cada par se hereda de cada padre. Como explica el National Human Genome Research Institute, el síndrome de Down se produce por la presencia de una copia extra total o parcial del cromosoma 21, por lo que también se le conoce como trisomía 21. Este material genético adicional altera el curso del desarrollo y da lugar a las características asociadas al síndrome de Down.

Actualmente, esta condición afecta aproximadamente a uno de cada 1,000 recién nacidos. De acuerdo con el experto en ADN prehistórico, Adam Rohrlach, a pesar de  que ya se esperaba que en el pasado se dieran casos de personas con síndrome de Down, esta es la primera vez que los científicos logran detectar casos de esta afección de forma fiable en restos tan antiguos.

El equipo utilizó un tipo de análisis estadístico, conocido como enfoque bayesiano, para estudiar el ADN de 9,855 restos que abarcan los periodos desde la Edad de Piedra hasta mediados del siglo XIX, pasando por la Edad del Bronce y de Hierro. El equipo identificó seis individuos con trisomía 21: uno en Irlanda, datado en el 3500 a.C., otro en Bulgaria, del 2700 a.C. También hallaron uno en Grecia, del 1300 a.C, y otro en Finlandia, del 1720 a.C. Además descubrieron dos restos procedentes de España, pertenecientes a la Edad de Hierro.


Restos de niño encontrados en el yacimiento de Alto de la Cruz, España. Imagen | Gobierno de Navarra y J.L. Larrion

Relación entre la sociedad prehistórica e individuos con síndrome de Down

Los hallazgos también ofrecen información claves sobre cómo las sociedades prehistóricas trataban a las personas con esta condición. Los seis restos pertenecían a bebés que fallecieron a edad muy temprana, con excepción de uno que logró cumplir un año, pero murió poco tiempo después. Según los expertos, la falta de tratamiento debió ser la causa su muerte prematura.

Estos niños fueron enterrados junto a sus congéneres e incluso recibieron ofrendas como collares de cuentas, anillos de bronce o conchas. Dicho hallazgo sugiere que, pese a las limitaciones de la época, los niños con síndrome de Down no eran rechazados. Al contrario, eran cuidados y valorados por sus comunidades.

Roberto Risch, coautor del estudio, señaló que estos niños “recibieron el privilegio de ser enterrados dentro de las casas después de la muerte. Esto ya es un indicio de que fueron percibidos como bebés especiales”. Dicha información podría ofrecer una nueva perspectiva sobre cómo las sociedades antiguas integraban a individuos con diferencias genéticas en su vida social.

Cortesía de Xataka



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