Una predicción cree que en el 2030 producir chips consumirá la misma energía que un país con 11 millones de habitantes

El sector de los chips, pieza clave para la estabilidad global, enfrenta ahora un desafío sin precedentes. Durante la crisis de la COVID-19 se puso en evidencia la vulnerabilidad en la cadena de suministro de estos componentes. Además, el aumento de la demanda ha impulsado el uso de la litografía ultravioleta extrema (EUV) para fabricar microchips cada vez más pequeños y potentes.

La litografía ultravioleta extrema es una de las innovaciones tecnológicas más complejas de los últimos años. De acuerdo con TechSpot, para 2030, las fábricas que emplean herramientas EUV podrían alcanzar la cifra anual de 54,000 GWh. Dicha cantidad equivale al consumo total de energía de países como Singapur o Grecia.

Un reto energético que se dispara

Actualmente, la empresa neerlandesa ASML es el único fabricante de equipos EUV. Dichos instrumentos requieren una inversión y un esfuerzo sustanciales para integrarlas en las operaciones de fabricación de chips. Actualmente el número de plantas con esta tecnología es de 31. Sin embargo, se estima que en 2030, ASML cree otras 38 en regiones como Taiwán, Corea del Sur, Japón y Estados Unidos.

Las máquinas EUV actuales consumen alrededor de 1,170 KWh, pero la próxima generación alcanzará los 1,400 KWh. Dicho incremento tendrá importantes implicaciones ambientales. Aunque hoy en día representan cerca del 11% del consumo total de una fábrica de chips, se estima que la demanda energética de estas instalaciones aumentará excesivamente.

De hecho, un informe de TechInsights calcula que, en 2030, las 59 plantas de fabricación de chips equipadas con capacidad EUV consumirán 54,000 GWh al año. Esto es 19 veces la electricidad necesaria para abastecer Las Vegas Strip durante un año. Esta cifra resalta la urgencia de soluciones energéticas sostenibles para satisfacer la creciente demanda de semiconductores.


Máquina Imagen | ASML

Soluciones ante el aumento de consumo

Ante este panorama, expertos recomiendan a los fabricantes invertir en tecnologías más eficientes y optar por fuentes de energía renovables para mitigar el impacto ambiental. Incluso se considera la posibilidad de reactivar plantas nucleares, como una opción viable para satisfacer la creciente demanda energética. La propia ASML se ve en la necesidad de reforzar sus capacidades de producción e infraestructura para mantener el liderazgo tecnológico sin comprometer la sostenibilidad.

La litografía EUV se presenta, por tanto, como un claro ejemplo de cómo la innovación tecnológica y el compromiso medioambiental deben avanzar de la mano. Mientras la industria de semiconductores continúa evolucionando a pasos agigantados, la apuesta por soluciones energéticas más limpias será crucial para continuar en la carrera de los semiconductores y al mismo tiempo cuidar el planeta.

Cortesía de Xataka



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