Vacaciones de verano 2025: La leyenda de la Ninfa del Baño y otros mitos de la Hacienda Jaral de Berrio

Guanajuato es uno de los estados más hermosos que tiene nuestro país, pues es uno de los puntos gastronómicos y culturales de mayor importancia para México, además de contar con sus propias momias, las cuales, no le piden nada a las de Egipto, pero también cuenta con un lugar lleno de misterio, leyendas y hasta uno que otro fantasma, nos referimos a la Hacienda de Jaral del Berrio.

La Hacienda de Jaral de Berrio, ubicada en el municipio de San Felipe, Guanajuato, es uno de los complejos arquitectónicos más representativos del periodo virreinal en México; fundada hacia finales del siglo XVI, su desarrollo se consolidó en el siglo XVIII bajo la administración de Miguel de Berrio y Zaldívar, quien logró convertirla en una de las haciendas más prósperas de la Nueva España gracias a su extensa producción agrícola, pecuaria e industrial, su importancia fue reconocida por la Corona española, que otorgó a Berrio el título de Marqués del Jaral.

La hacienda cuenta con una historia muy completa. Foto: Gobierno de Guanajuato

Durante el movimiento de Independencia, la hacienda fue escenario de tensiones políticas pues Juan Nepomuceno Moncada y Berrio, descendiente de los fundadores, primero mostró simpatía por los insurgentes, pero más tarde apoyó a los realistas, organizando un regimiento armado, la hacienda también fue saqueada por las tropas de Francisco Javier Mina en 1817, lo que marcó el inicio de su decadencia.

A lo largo del siglo XIX, la hacienda aún conservó su esplendor, añadiendo elementos arquitectónicos notables como un palacete de estilo neoclásico y un jardín central, incluso se dice que el escultor Manuel Tolsá se inspiró en uno de sus caballos para crear la famosa estatua de Carlos IV en la Ciudad de México; sin embargo, diversos factores, entre ellos incendios, conflictos sociales y el abandono, llevaron a su deterioro progresivo en el siglo XX.

Las leyendas y relatos siguen presentes hasta nuestro días

Además de su importancia histórica, la Hacienda de Jaral de Berrio ha sido escenario de diversas leyendas y relatos populares que le han otorgado un aura de misterio; una de las historias más conocidas gira en torno a una pintura llamada La Ninfa del Baño, que decora uno de los salones, muchos visitantes aseguran que, al fotografiarla, la imagen parece cambiar de posición o aparecen rostros sobrenaturales en la imagen, lo que ha alimentado rumores de actividad paranormal.

El fantasma de un niño es de las leyendas más importantes de la zona. Foto: Freepik

Otra leyenda habla del espíritu de María Conchita Moncada, una joven descendiente del marqués que habría tenido un romance prohibido con un trabajador de la hacienda, según la tradición oral, tras quedar embarazada, fue enviada a un convento y nunca regresó en vida, también se dice que su fantasma aún recorre los pasillos que conectaban la hacienda con la antigua capilla.

Lamentos infantiles estremecen la zona

Por si lo anterior no fuera mucho, la Hacienda de Jaral de Berrio también cuenta con testimonios de un lamento infantil que se escuchaba en el cementerio del pueblo, este fenómeno, atribuido al alma de una niña fallecida, cesó cuando sus restos fueron trasladados a la capilla de la Virgen de la Merced.

Aunque actualmente en ruinas, la Hacienda de Jaral de Berrio sigue atrayendo a historiadores, curiosos y amantes del turismo de aventura, ha sido locación para diversas películas y es considerada una joya arquitectónica que simboliza el esplendor colonial y el misticismo del México antiguo, su restauración y conservación podrían convertirla en un punto clave del turismo cultural en la región.

Cortesía de El Heraldo de México



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