¿Vale la pena ver “Hombre vs. bebé, la miniserie inglesa que estrenó Netflix con el actor de “Mr. Bean”?

La vida de Trevor Bingley adquiere un sabor agrio en los días previos a Navidad. Su hija y su ex mujer le informan que no pasarán las fiestas con él. ¿La razón? Ella recibió una invitación de su nuevo novio para viajar a una hermosa isla caribeña. Como si fuera poco, él queda a cargo de un bebé extraviado que aparece en la puerta de su casa. Así comienza Hombre vs. bebé, la serie de Netflix protagonizada por Rowan Atkinson.

La miniserie inglesa, de cuatro episodios de media hora, funciona como secuela de “Man vs. Bee”, estrenada en 2022. En esta nueva producción, el actor popularizado por Mr. Bean recibe una oferta laboral difícil de rechazar: cuidar un departamento de lujo en Londres durante el período navideño. Como se quedó sin planes para esa fecha y tiene problemas económicos, no duda y parte con el bebé a cuestas.

En el primer episodio se plantean los principales conflictos del personaje. El más evidente -obviamente- es cómo ocultarle a su empleadora que no llegó solo a cuidar la casa, una mansión con gran tecnología -quizá demasiado- para un personaje torpe. El espíritu de la propuesta no sorprende a nadie ni tiene por qué hacerlo: comedia liviana pensada para el consumo masivo en los días festivos.

El esquema empieza a fallar a partir del segundo episodio. Atkinson es un actor dotado para la comedia, alguien que definió su carrera a partir de cultivar la comedia física y el absurdo. Sin embargo, en esta comedia, creada y guionada por William Davies y por él mismo, esa característica aparece desdibujada, apenas en pequeños retazos y en algunos gestos logrados que ya son una marca registrada.

Si el primer episodio expone con claridad todo lo que puede salir mal, el segundo y el tercero se pierden y ralentizan demasiado el relato. La comedia se vuelve repetitiva y demasiado previsible. El desarrollo de los personajes, salvo el bueno y muy torpe de Trevor y el bebé digital generado por CGI (Computer-Generated Imagery), es prácticamente nulo y los episodios parecen desconectados entre sí.

En sus casi dos horas de extensión episódica, la serie ofrece a cuentagotas el ritmo cómico y los gags que hicieron brillar a Atkinson, capaz de hacerte estallar de risa sin decir una palabra en Mr. Bean, el personaje creado bajo la influencia del francés Jacques Tati. Aquí es apenas un adulto obligado a resolver problemas absurdos con un bebé a cuestas, aunque pocas veces -quizá demasiado pocas para una comedia- logra dar en el blanco.

Al final habrá una mesa navideña completa, integrada por desconocidos encontrados en el camino, como una trabajadora social, un policía y un vecino despechado. La serie puede funcionar como una fábula navideña moderna, con toques cursis y previsibles. Como comedia no termina de afirmarse y se queda corta, más aún tratándose de un gran comediante al que ya vimos en trabajos más inspirados.

Comedia Protagonistas: Rowan Atkinson y Alanah Bloor Creadores: Rowan Atkinson y William Davies Emisión: Cuatro episodios de media hora en Netflix.

Cortesía de Clarín



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