Uno de los primeros viajes internacionales del papa León XIV podría llevarlo hasta Perú, país del cual el pontífice ha tomado la nacionalidad, pero en la gira estarían también incluidos Argentina y Uruguay. La noticia fue puesta a circular por el cardenal uruguayo Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo en una entrevista concedida a radio Carve de Montevideo. En la misma ocasión el obispo de la capital uruguaya expresó que Robert Prevost desea priorizar en sus visitas a países en los que no estuvo Francisco durante su pontificado.
“Me parece que esos tres países (Perú, Argentina y Uruguay) estarán en la primera visita” dijo Sturla en la entrevista aunque sin dar cuenta de su fuente y aclarando que, como es lógico, él mismo no tiene injerencia en la agenda oficial que organiza el Vaticano.
A partir de lo señalado por el arzobispo montevideano Página/12 trasladó la consulta a fuentes oficiales de la Conferencia Episcopal Argentina quienes -sin contradecir los dichos de Sturla- aseguraron que hasta el momento no existen indicios ni tampoco comunicación oficial alguna de la Santa Sede que indique una visita de León XIV al país.
Entre los requisitos formales para concretar una visita se cuenta, centralmente, la invitación que el gobierno argentino debería realizarle al pontífice para llegar al país. Según lo anunció la cancillería argentina Javier Milei se encontrará en el Vaticano el próximo 6 de junio con el papa León XIV, en una etapa de la gira oficial del presidente por Europa y que cerrará en Israel. La audiencia con el Papa sería la ocasión para que Milei le extienda la invitación al pontífice para visitar la Argentina.
El papa León XIV, nacido en Estados Unidos, vivió aproximadamente 18 años en Perú, donde llegó por primera vez en 1985 como misionero de la congregación de los agustinos. Estuvo allí hasta 1998 cuando salió para cumplir otras obligaciones de su orden religiosa de la que llegó a ser el superior general a nivel mundial. En 2014 volvió a Perú y fue designado obispo de Chiclayo y luego administrador apostólico de la diócesis del Callao, próxima a la capital peruana. En esa oportunidad también fue elegido por sus pares como vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Perú.
Entre tanto, persisten las dudas respecto de cuál será el lugar definitivo de la residencia privada del papa León XIV en el Vaticano, aunque está prácticamente descartado que se instale en la Casa Santa Marta, la residencia en la que vivió el papa Francisco. Las primeras informaciones habían apuntado a que Prevost se instalaría en el Palacio Apostólico, tradicional lugar de alojamiento de los pontífices.
Sin embargo, esa información ahora de pone en duda a pesar de que en el Vaticano han comenzado las obras para reparar y poner en condiciones el palacio que fue habitación de los papas durante el último siglo y medio. Jorge Bergoglio decidió no habitarlo y prefirió -argumentando razones de austeridad pero también de privacidad- la casa de Santa Marta donde recibía habitualmente a visitantes fuera de la agenda oficial y personas de su cercanía y confianza.
Según lo publicado por Religión Digital el nuevo Papa no ha tomado una decisión definitiva respecto de su lugar de residencia. Hasta el momento León XIV vive en un edifico destinado al dicasterio (ministerio) para la Doctrina de la Fe, cuyo titular es el cardenal argentino Víctor Manuel “Tucho” Fernández. Prevost se había mudado allí hace algunos meses, cuando ocupaba el cargo de prefecto (ministro) de la Congregación de Obispos. Según indica la misma publicación antes residía en unos apartamentos destinado a los cardenales en la plaza Leonina, de donde tuvo que salir cuando la crisis económica que afecta al Vaticano obligó a alquilar dichos espacios para generar ingresos.
Pero anteriormente, como superior de los agustinos, Prevost también vivió en Roma, en la curia general de su orden religiosa en esa ciudad. Y dado que León XIV manifestó su deseo de vivir en una comunidad religiosa, no se descarta que finalmente ese sea su lugar de residencia definitivo en Roma, siempre que se garanticen condiciones tanto de infraestructura como de seguridad para el pontífice. Si ello ocurre, de todos modos las actividades oficiales del papa tendrán como sede el Palacio Apostólico del Vaticano.
Cortesía de Página 12
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