Ventas bajo control: ¿Cómo convertir el Buen Fin en una ventaja estratégica?

El Buen Fin no es solo una oportunidad para incrementar ventas; es también una prueba de la resiliencia operativa y financiera de las empresas. Muchas pymes se enfocan únicamente en el volumen de ventas, sin evaluar el impacto de cada promoción en su rentabilidad. En mi experiencia, medir estos resultados es clave para tomar decisiones estratégicas que protejan la salud financiera del negocio y eviten sorpresas desagradables al cierre del ejercicio.

Actualmente, según datos del Informe de Negocios Internacionales (IBR) de Salles Sainz, Grant Thornton, 55% de las empresas mexicanas espera mantener o aumentar su rentabilidad, lo que hace aún más importante evaluar cada promoción y medir su impacto en los márgenes durante eventos como el Buen Fin. Esto implica planificar cuidadosamente descuentos, anticipar la demanda y revisar la disponibilidad de inventario, para que cada venta contribuya realmente al crecimiento y no genere presiones innecesarias sobre costos o logística.

Te puede interesar

Otro aspecto crítico es la eficiencia operativa. Desde mi experiencia, las empresas que integran controles financieros en tiempo real, monitorean sus procesos y asignan recursos de manera flexible, logran reaccionar con rapidez ante cambios inesperados en la demanda. Esto no solo reduce riesgos, sino que también permite identificar oportunidades para mejorar la rentabilidad y optimizar la operación durante picos de venta.

La preparación también involucra al equipo humano. Coordinar áreas de ventas, logística y finanzas, asegurando que todos entiendan los objetivos de rentabilidad y operativos, fortalece la ejecución de las estrategias y evita desajustes que puedan afectar la experiencia del cliente o el dinero disponible para operar, el Buen Fin es un ensayo general de la capacidad de la empresa para operar bajo presión sin comprometer la calidad ni el control financiero.

Finalmente, es un buen momento para reflexionar sobre la sostenibilidad de los modelos de venta y promociones. Analizar qué funcionó, qué generó valor y qué podría mejorarse permite que cada edición del Buen Fin no solo sea rentable, sino también un aprendizaje estratégico para toda la organización. Las empresas que combinan planificación, datos y decisiones informadas convierten estos picos de ventas en fortalezas que impactan positivamente todo el año.

Cortesía de El Economista



Dejanos un comentario: