Viaja por México y vive el espíritu del Grito de Independencia


Cada año, en la noche del 15 de septiembre, los mexicanos se reúnen en plazas, calles y zócalos de todo el país para conmemorar el inicio de la lucha por la Independencia con el tradicional Grito de Independencia. Luces tricolores, música de mariachi, fuegos artificiales y comida típica dan vida a una celebración que une a todo el país en un mismo grito de libertad, fiesta, familia, baile, risas y amigos.

Pero más allá de la fiesta, esta fecha es también una oportunidad perfecta para viajar a los lugares históricos donde comenzó el movimiento insurgente en 1810 y enriquecer la experiencia con un recorrido turístico. Ciudades como Dolores Hidalgo, Querétaro, Morelia y San Miguel de Allende, Oaxaca e incluso Jalisco ofrecen no sólo escenarios llenos de pasado y saturados de “mexicanidad”, sino también una gran variedad de actividades culturales y gastronómicas que las convierten en destinos ideales para un viaje de septiembre.

Una de las principales opciones es viajar al estado de Jalisco, el cual tuvo un papel fundamental en la historia de la Independencia de México. Aquí, en 1810, Miguel Hidalgo y Costilla abolió la esclavitud, marcando un hecho trascendental para el país. Sin embargo, meses después, las fuerzas insurgentes sufrieron una importante derrota en la Batalla del Puente de Calderón, a las afueras de Guadalajara, donde las tropas realistas vencieron a los independentistas. Hoy, el puente y sus alrededores se conservan como un sitio histórico que recuerda aquel episodio.

La capital del estado, Guadalajara, ofrece al viajero un Centro Histórico lleno de tesoros arquitectónicos. La Catedral de Guadalajara, con sus torres neogóticas, es el punto de partida ideal para recorrer plazas como la de Armas o la de la Liberación, y admirar joyas como el Teatro Degollado y el Hospicio Cabañas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Durante las fiestas patrias, la ciudad se llena de música de mariachi, desfiles y verbenas que convierten sus calles en una gran celebración.

Más allá de lo histórico, Jalisco es también la cuna de tradiciones mexicanas como el mariachi, la charrería y el tequila. 

Una visita obligada es el pueblo mágico de Tequila, donde se puede recorrer campos de agave, visitar destilerías y participar en catas de esta bebida emblemática.

Morelia, Michoacán: ciudad de cantera rosa y héroes

Recinto histórico. Fachada de El Museo Casa Natal de Morelos. ESPECIAL

Cuna de José María Morelos y Pavón, Morelia es una ciudad llena de historia y belleza arquitectónica. Su Catedral de cantera rosa es el epicentro de las celebraciones patrias, iluminada con fuegos artificiales y acompañada de música que envuelve a toda la plaza principal. Durante estas fechas, los desfiles cívicos y las exhibiciones culturales refuerzan el espíritu festivo.

Sin embargo, la ciudad ofrece mucho más que sus celebraciones del 16 de septiembre. El Museo Casa Natal de Morelos y el Museo Regional Michoacano, considerado el más antiguo del país, permiten adentrarse en la historia local y nacional. Caminar por el Acueducto de Morelia o visitar el majestuoso Santuario de Guadalupe son experiencias que dejan sin aliento por su riqueza arquitectónica. Los sábados por la noche, la Catedral ofrece un espectáculo de luces y música que atrae tanto a locales como a turistas.

La gastronomía michoacana es otro de sus grandes atractivos: probar las carnitas, uchepos o los ates con queso es un verdadero deleite. Y si el viajero desea ampliar la experiencia, puede recorrer pueblos cercanos como Pátzcuaro, famoso por su celebración del Día de Muertos, o Santa Clara del Cobre, reconocido por sus artesanos que trabajan este metal con maestría. Incluso hay recorridos en tranvía que permiten conocer las leyendas locales mientras se disfruta del encanto nocturno de la ciudad.

Oaxaca: tierra de historia, cultura y sabores

Imagen de una Noche Mexicana en Oaxaca. ESPECIAL

El Estado de Oaxaca también fue escenario de episodios clave en la lucha por la Independencia. El 25 de noviembre de 1812, las tropas insurgentes encabezadas por José María Morelos y Pavón tomaron la ciudad de Oaxaca, consolidando un triunfo crucial para el movimiento. Este acontecimiento convirtió a la capital oaxaqueña en un símbolo de resistencia y en un punto estratégico para la causa libertaria.

El Centro Histórico de Oaxaca de Juárez, declarado Patrimonio de la Humanidad, es un lugar fascinante para sumergirse en su riqueza cultural. La imponente Catedral Metropolitana y el majestuoso Templo de Santo Domingo de Guzmán son emblemas de su arquitectura barroca. Pasear por sus calles adoquinadas permite descubrir coloridas casonas coloniales, plazas llenas de vida y mercados tradicionales como el Mercado 20 de Noviembre o el Mercado Benito Juárez, donde el visitante puede probar moles, chapulines, tlayudas y mezcal artesanal.

Muy cerca de la ciudad se encuentra Monte Albán, una de las zonas arqueológicas más importantes de Mesoamérica y antigua capital zapoteca. Desde sus pirámides y terrazas se pueden admirar vistas espectaculares del valle, mientras se recorre un sitio que fue centro político y ceremonial por siglos. Además, Oaxaca es famosa por sus fiestas y tradiciones, que se viven no solo en septiembre, sino también en celebraciones como la Guelaguetza.

La gastronomía oaxaqueña merece mención especial, considerada una de las más ricas de México: sus siete moles, el tasajo, el queso Oaxaca, los tamales envueltos en hoja de plátano y el chocolate de metate son un verdadero deleite. Para los amantes de la aventura, también es posible explorar pueblos mágicos como Mitla, con sus grecas zapotecas, o realizar rutas de naturaleza en la Sierra Norte, donde se ofrecen actividades de ecoturismo y convivencia con comunidades indígenas.

Dolores Hidalgo, Guanajuato: Cuna de la Independencia

La Casa de Hidalgo o Museo Histórico Curato de Dolores es una finca ubicada en Dolores Hidalgo, Guanajuato, construida en 1779. ESPECIAL

En este destino inició la gesta independentista con el famoso Grito de Miguel Hidalgo y Costilla. El ambiente durante las fiestas patrias es vibrante, con verbenas, música en vivo y recreaciones históricas que hacen revivir aquellos momentos que cambiaron el rumbo de México. 

Además de visitar la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores y el Museo Casa Hidalgo, el viajero puede recorrer el Museo de la Independencia Nacional, donde se exhiben documentos, armas y objetos de la época insurgente.

Pasear por la plaza principal es una experiencia en sí misma, ya que en estas fechas se llena de color y actividades culturales. La ciudad también es famosa por sus helados artesanales de sabores únicos como tequila, aguacate o nopal, un imperdible para quienes buscan algo distinto. Otro atractivo son las fábricas de talavera tradicional, donde se elaboran piezas de gran calidad que reflejan el arte local. Y para quienes deseen extender la visita, Dolores Hidalgo forma parte de la Ruta del Vino de Guanajuato, con viñedos que ofrecen catas, recorridos guiados y espectaculares paisajes.

San Miguel de Allende, Guanajuato: fiesta en cada callejón

San Miguel de Allende. Las fiestas en sus callejones son un clásico. ESPECIAL

Considerada uno de los pueblos mágicos más bellos de México y Patrimonio de la Humanidad, San Miguel de Allende es un destino perfecto para vivir las fiestas patrias. Durante septiembre, sus calles empedradas se convierten en escenarios de fiesta con callejoneadas, representaciones teatrales y música que inunda cada rincón. La explanada frente a la Parroquia de San Miguel Arcángel se llena de visitantes que disfrutan de conciertos, ferias artesanales y la energía bohemia que caracteriza a la ciudad.

Pero San Miguel no solo brilla en estas fechas. En cualquier época del año, el viajero puede recorrer sus galerías de arte, talleres artesanales y mercados llenos de color. A sólo unos minutos, los balnearios de aguas termales como La Gruta o Escondido Place ofrecen un espacio de relajación entre naturaleza y tradición. La gastronomía local también es parte fundamental de la experiencia, desde enchiladas mineras y pozole guanajuatense hasta propuestas gourmet en restaurantes de cocina fusión mexicana. Para complementar, nada mejor que disfrutar un atole de cajeta en alguna terraza con vistas al Centro Histórico o visitar los viñedos y campos de lavanda de los alrededores. Al caer la tarde, el Mirador de San Miguel regala una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad, especialmente durante el atardecer.

Querétaro: el despertar de la conspiración

Casa de la Corregidora. Actualmente es el Palacio de Gobierno de Querétaro. ESPECIAL

Querétaro jugó un papel clave en el inicio de la independencia. Fue aquí donde doña Josefa Ortiz de Domínguez, mejor conocida como La Corregidora, alertó a Miguel Hidalgo sobre la conspiración descubierta, hecho que precipitó el levantamiento insurgente. Durante septiembre, el Centro Histórico se viste de luces, conciertos y desfiles que enmarcan las celebraciones patrias.

El visitante puede recorrer su Centro Histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, lleno de templos, casonas virreinales y callejones que parecen transportar al pasado. La Casa de la Corregidora, actual Palacio de Gobierno, es una parada obligada para conocer más sobre esta heroína. El imponente Acueducto de Querétaro, con sus 74 arcos monumentales, ofrece una de las postales más icónicas de la ciudad. Más allá de lo histórico, Querétaro también sorprende con su Ruta del Arte, Queso y Vino, ideal para quienes disfrutan de las experiencias gastronómicas y culturales, ya que combina visitas a viñedos, queserías y galerías de arte.

Para los amantes de la naturaleza, la Sierra Gorda queretana es un paraíso de cascadas, misiones barrocas y senderos que invitan al ecoturismo. Y, por supuesto, no se puede dejar de probar su gastronomía típica: desde las tradicionales enchiladas queretanas hasta las gorditas de maíz quebrado acompañadas de vinos locales.

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Cortesía de El Informador



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