Víctor Laplace a los 81: la vida sana y austera de un picaflor retirado que sólo quiere actuar

Víctor Laplace está atravesando la octava década. Un bastión del 82% vital y móvil. Nos recibe en jogging en el medio de un living bohemio, con mesa de trabajo atestada de papeles y música clásica. Su casa -donde vive solo- tiene patio, entrepiso y planta baja tamaño cancha de Fútbol 5.

FERIA DE SAN FRANCISCO

-¿Y esa colchoneta?

-Yoga, disciplina. Todos los días -dice y ahí mismo se dobla en una postura contrafáctica para alguien de su edad-. Tengo 81.

-Leí que tenías 82.

Nunca fumó, pero la vez que ganó más dinero fue haciendo una publicidad de cigarrillos.

-Internet me caga siempre, no le hagas caso. Me cuido, no fumo, nunca fumé, trato de comer bien. También juego tenis… -y, oh sorpresa, sobre el sillón se ve una raqueta con tres pelotitas-.

Las buenas ideas, o las ideas a secas, se exprimen hasta la estafa. De Rápido y furioso hay más versiones que películas. Lo que han hecho con La guerra de las galaxias puede ser directamente una obscenidad. Shakespeare, se ve, no tuvo tiempo de una secuela para Hamlet. ¿Cómo hubiera sido? Hamlet vuelve como influencer dando consejos existenciales por TikTok.

El personaje de Don Juan es el primer spin-off de la historia. Su aparición se da en El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, en 1630, pero Don Juan Tenorio llego 200 años después, en 1844, de la mano de José Zorrilla. ¿Por qué habrán tardado tanto? En fin, sin dudas es el personaje más universal del teatro español.

Como Don Juan, en la obra que va solo los domingos.Como Don Juan, en la obra que va solo los domingos.

Laplace, a sala llena, acaba de hacer la primera función de Don Juan, el peor de todos. Con variaciones, es una obra que se viene representando desde hace más de 180 años. Se hicieron 54.300 funciones con este personaje. El estreno del último domingo sumó un nuevo eslabón: 54.301.

“¿En serio me decís? ¿54.301 funciones? -Laplace abre los ojos sorprendido por nuestro hallazgo-. ¡Qué locura! Claro, puede ser, son obras que vienen pasando de generación en generación, y están en cartel hace siglos”.

Una vez no alcanza

-La obra va solo una vez por semana. ¿Con eso sólo te alcanza para vivir?

-No, pero es lo que hay, no tengo otra. A veces hago unos eventos con unas señoras. Boludeces. Una mina amiga, muy piola, me organiza movidas para recitar poemas de amor y yo voy, recito y ahí agarro una guitita.

Asegura que su estilo de vida es Asegura que su estilo de vida es “muy gasolero… Puedo pasarme una semana entera sin cambiarme”.

-¿Lo contás como si hubieras caído muy bajo?

-A ver, yo por suerte tengo casa propia y auto. Vivo acá hace 30 años. El auto es viejo, tiene 320 mil kilómetros y no lo puedo cambiar. Mi estilo de vida es muy gasolero. Las pilchas no me importan para nada, puedo pasarme una semana entera sin cambiarme. Compro lo necesario. Lo único que me importa es mi profesión.

-¿Nunca hiciste plata?

-Una vez gané 70 mil dólares en un aviso de cigarrillos.

“Ensayamos mucho acá, tres, cuatro meses. Y la técnica para memorizar es sencilla, se llama memoria”.

-Dijiste que no fumabas…

-Actué el fumador. Un aviso de Le Mans. Le pedí a un amigo que me enseñara a fumar y fui. Tuvieron que hacer como diez tomas, me querían matar. Mi aviso finalmente no quedó. El que salió al aire fue de Oscar Martínez. Eramos dos o tres actores en la campaña, pero me pagaron igual porque no abandoné el puesto de trabajo.

-¿Qué quiere decir?

-Jajá, que hubo abogados en el medio, y cobré.

Con Antonella Fittipaldi, su compañera en la obra.Con Antonella Fittipaldi, su compañera en la obra.

-Uno tiene la fantasía de que ustedes son tipos que están hechos, que hicieron guita.

-Los que hicieron mucha guita son cuatro o cinco. Darín, Francella. Oscar Martínez. Ellos hicieron guita, mucha guita. Quiero decir, tranquilamente les sobra para poder producirme una película.

-¿Hablás de una diferencia actoral entre ellos y vos?

-Yo tengo mucho respeto por Ricardo Darín, que además me parece un tipo que la hizo bien, un tipo sano, no corrupto… Bah, una vez tuvo algo de un auto trucho con Susana Giménez, pero bué, ya está, ya pasó. Yo me las arreglo, no me quejo. ¿Empezamos la nota?

-Ya empezó.

-Ah, qué turro. Bueno, te decía, es gente a la que le ha ido muy bien, igual yo estoy contento conmigo: la gente me quiere, me para por la calle, las viejas se me ponen a charlar y yo hablo, me gusta hablar con la gente. Creo que vamos navegando suavemente, sin reclamos y sin ego. Sesenta años laburando sin parar, excepto en los años de exilio. Una mierda, algo que no le recomiendo ni a mi peor enemigo.

“Las viejas se me ponen a charlar y yo hablo”, dice del reconocimiento de la gente.

-Pero Héctor Alterio se fue exiliado y no volvió más…

-Héctor, un auténtico porteño de ley. Cada vez que venía se quedaba mirando los edificios. Sufrió mucho con su ida y después… después se ve que se adaptó. Pero mis cinco años fueron horribles.

Recordar un texto a los 81 años

-Esperá, quiero seguir dejándome llevar por la capacidad de asombro, sin resultar ofensivo: ¿cómo hace un tipo grande, de 81 pirulos, para moverse como vos te movés o para memorizar una obra con un texto tan sofisticado?

-Ensayamos mucho acá, tres, cuatro meses. Mucho trabajo de mesa. Y la técnica para memorizar es sencilla, se llama memoria. Tengo una memoria que me permite incluso acordarme textos de otros Don Juanes -y se larga a recitar otro Don Juan hasta que se nos ocurra una nueva pregunta-.

-¿Cómo es el sexo a los 80? ¿Tiene sentido?

-Te diría que casi nada. Poquito, poquito.

-Vos, Gerardo Romano, Antonio Grimau, Beto Brandoni. Tu generación de varones está bastante activa, ¿no?

-Y me da mucho gusto porque son todos compañeros talentosos y bienvenidos. Por eso estamos y por eso seguimos trabajando. Dicen que las edades se van a alargar y en enhorabuena saberlo. Tampoco la pavada, pero es una linda noticia.

Su fama de picaflor

-¿Tu fama de picaflor colaboró con el papel de Don Juan?

-No sé, yo he tenido grandes amores. Renata Schussheim, la madre de mi hijo, Nélida Lobato. Con Renata nos llamamos todos los días. “¿Qué vas a comer, hoy?” Osobuco, ¿vos?

-Decía si te ayudaba la pinta porque no sé si Pompeyo Audivert podría hacer de “Don Juan”…

-¡¿Pompeyo?! Pompeyo es un genio que puede hacer lo que se le cante. ¡Qué actor, por favor! Lo amo, quiero que me dirija. Le dije: “Pompeyo dirigime en lo que vos quieras”, pero no puede, no puede porque está muy abocado a su Habitación Macbeth. ¿Vos viste esa obra? ¿Viste lo que hace? ¡Qué actores ha dado Argentina! Una raza notable.

Nélida Lobato, el amor de su vida

-Vos hablás bien de Nélida Lobato, tu mujer, tu amor. Destacaste en mil notas su lugar humano. ¿Podés contarnos algo de esa mina impresionante que, supongo, también te habrá encandilado desde su envase?

-Ufff, ella era una estrella y yo fui, soy, alguien que sé escuchar muy bien a las mujeres. Cuando me la presentaron estuvimos tres meses hablando. Tres meses. Sus quilombos, su familia, tres meses hasta que un día me invitó a su casa y me hizo un bife de chorizo. Ahí empezó un romance alucinante que merecería detalles que sólo te contaría en off the record.

Nélida Lobato, brillo y glamour en los años '60. Nélida Lobato, brillo y glamour en los años ’60.

-¿Cómo viviste los años de mayor esplendor del feminismo?

-No los viví, los soporté. Me parece que hay ciertas maneras de mostrarse en la vida. Yo respeto las tendencias, las acompaño, pero no soporto el maltrato.

-¿El maltrato de las mujeres?

-El maltrato al que vivimos sometidos como si la Argentina fuera un país guerrero.

-¿Estamos hablado de política?

-¿El mejor momento de tu carrera?

-Ahora, con esta obra.

-¡En serio te digo!

-¿Pero si acabás de estrenar?

-Pero lo siento como una cosa muy hermosa que me está regalando la vida. Es un Don Juan superador. Enrique Papatino, el autor, hizo una versión extraordinaria. Le dio un valor agregado. La obra muestra al conquistador convertido en un cuerpo vencido al que solo le queda el filo de la lengua. Un humor, una inteligencia obstinada, esa ternura suavemente escondida. Don Juan es una memoria que no pide disculpas. ¿Vos la viste la obra?

-¿Ah, la viste? ¿Viste lo que actúa mi compañera, Antonella Fittipaldi?

-No la conocía.

-Yo tampoco. Impresionante la piba.

(“Don Juan, el peor de todos” se presenta los domingos a las 19.30 en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543. Entrada: $20.000)

OBRAS DE INFRAESTRUCTURA HIDALGO

Cortesía de Clarín



Dejanos un comentario: