En medio del trabajo enfocado en sus diferentes políticas y guerras comerciales con otros países, el presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, sacó tiempo para cumplir una promesa fugaz que le hizo a su colaborador Elon Musk.
El mandatario estadounidense posó a las afueras de la Casa Blanca, como si fuera un concesionario, y le mostró al mundo el carro Tesla que compró con el fin de ayudar a la compañía de su jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental.
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Musk y Trump posaron ante las cámaras, están alrededor de varios modelos de la exclusiva marca de vehículos, por lo que el presidente mostró cuál fue el que compró. Además, reveló si lo podrá manejar o no, ya que por su cargo, ya cuenta con los vehículos oficiales de la Presidencia.
La escena fue todo un show mediático. Todo fue una combinación de conferencia de prensa y comercial de Tesla afuera de la Casa Blanca, en donde, tras el evento, se conoció que las acciones de la compañía de vehículos volvieron a subir después de presentar un bajón notable en los últimos meses que tenían en vilo al propio Musk.
Y es que a raíz del protagonismo de Elon en la política nacional después de la posesión oficial de Donald Trump, en medio de una fuerte caída de las bolsas estadounidenses por la política arancelaria de Trump, las acciones de Tesla cayeron más de un 15% en Wall Street.
“Creo que (Musk) ha sido tratado de manera muy injusta por un grupo muy pequeño de personas y solo quiero que la gente sepa que no puede ser penalizado por ser un patriota”, dijo Trump tras aumentar las protestas en el país contra Elon y Tesla.
Después de la “recuperación” de las acciones de Tesla, Trump dijo en esa misma “conferencia de prensa comercial”, según medios locales, que etiquetaría cualquier violencia contra los concesionarios de Tesla como terrorismo doméstico.
Mientras mencionó algunos puntos de temas nacionales, Trump también habló sobre lo que parecía ser una presentación de sala de exhibición de Tesla con una lista de precios de vehículos. “Los Teslas se pueden comprar desde US$ 299 al mes o US$ 35.000”, dijo en un apartado el presidente, según Getty Images.
Por otro lado, mostrando aún más el apoyo del gobierno estadounidense a las empresas de Musk, el presidente norteamericano parece haber tomado la iniciativa de fomentar las ventas de vehículos eléctricos en el país. Con esto, las acciones de Tesla cerraron con un alza del 3,8% este miércoles, recuperando un poco lo perdido desde el lunes.
Además, el mandatario número 45 y 47 de Estados Unidos aseguró que también le compró el sofisticado y polémico Tesla Cybertruck a su nieta, entonces, ¿cuál fue el vehículo que compró para el mismo?
A través de un mensaje en Truth Social, Trump aseguró que iba a comprarle un vehículo a Tesla para ayudar a Musk y su empresa.
“Voy a comprar un Tesla nuevo mañana por la mañana como muestra de confianza y apoyo a Elon Musk, un verdadero gran estadounidense”, sostuvo el presidente.
Después aseguró que lo iba a comprar a un “precio completo”, ya que no quería descuentos. “No quiero un descuento”, dijo Trump. “(Musk) me daría un descuento, pero si lo hago, dirán: ‘Oh, tengo beneficios’”, concluyó.
El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, compró un vehículo Tesla, un sedán rojo brillante Modelo S, como muestra de apoyo a la automotriz de su colaborador cercano, Elon Musk.
En medio de la entrega del carro, Musk se subió al asiento del pasajero y bromeó acerca de “darle un ataque al Servicio Secreto”, mientras le explicó al presidente cómo arrancar un vehículo que puede alcanzar las 60 millas por hora en unos pocos segundos.
“Es un gran producto”, dijo. Refiriéndose a Musk, Trump dijo: “Tenemos que celebrarlo”. Después de la inspección al vehículo y la firma del cheque, el presidente reveló que el costo del mismo fue de unos $80.000 dólares.
Al final, el mandatario aseguró que dejaría el carro en la Casa Blanca para poder conducirlo después, pero solo ahí mismo, mientras pueda, porque según los estatutos, no podrá hacerlo de forma normal.
Así que mientras dure su mandato no podrá manejarlo tranquilamente y en carretera abierta, ¿por qué?
En Estados Unidos, precisamente después del asesinato de John F. Kennedy en 1963, el Servicio Secreto prohibió tanto al presidente como al vicepresidente del país conducir vehículos en carreteras abiertas, aunque sí pueden hacerlo si circulan por propiedades privadas. Como la Casa Blanca.
Por las carreteras abiertas, tanto el presidente como el vicepresidente, pueden viajar en un vehículo como máximo, siendo copilotos, pero que el que este al volante sea un agente especial del Servicio Secreto.
Sin embargo, este agente tiene que tener un entrenamiento en maniobras evasivas de conducción. De otra forma, este tipo de personajes no pueden ir de copilotos, o en su defecto, viajar como copilotos.
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Cortesía de El Colombiano
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