
Nos cuentan que el gobernador Pablo Lemus ya trae la tijera lista para hacer ajustes en el gabinete estatal a partir del próximo año. Él lo dijo muy fino: serán varias etapas. Una para “corregir pendientes” (traducción: no dieron el ancho). Otra para los que pactaron estar solamente un año. Y una más para quienes ya traen la maleta lista porque se van a campaña… o a “proyectos personales”.
La quiniela ya está corriendo: ¿Secretaría de Gobierno? ¿Transporte? ¿Gabinete? ¿Seguridad? ¿Fiscalía? ¿Medio Ambiente?
Nadie suelta prenda, pero el nervio se siente hasta en los pasillos donde antes solo se escuchaba el aire acondicionado.
Lo único seguro es que quedan menos de tres meses para saber quién se va, quién se queda… y quién finge sorpresa.
Por cierto, mañana Lemus rinde su Informe en el Cabañas. Prepare palomitas.
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Morena-PAN… por si tenían dudas.
Nos cuentan que en el Congreso de Jalisco el amor sí existe, nomás que no lo quieren aceptar en público. Resulta que Morena y el PAN estuvieron a nada de consumar otro pacto el viernes pasado: en esta vez, para sacar adelante el dictamen de infancias trans. Ese que permite que un menor pueda cambiar su nombre en el Registro Civil sin tanto trámite (de Mario a María, por ejemplo).
Aunque el PAN juró y perjuró que estaba en contra, la versión de pasillo dice que la bancada blanquiazul ya hasta había pactado dos votos en un acuerdo digno de comedia romántica… pero al final les tembló la manita y frenaron el asunto.
Eso sí: el romance político sigue. Se odian a nivel nacional, pero aquí se mandan stickers de buenos días.
¿Qué dirá el dirigente nacional Jorge Romero?
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Y mientras Michoacán arde -literalmente- por la ola de asesinatos de alcaldes, empresarios y quien se atraviese, nos cuentan que el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla anda… ocupadísimo, pero no precisamente en coordinar la seguridad.
Resulta que la Mesa de Seguridad Centro-Occidente, donde se sientan Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Michoacán, Nayarit, Zacatecas y Jalisco para frenar al crimen en zonas limítrofes, ha sesionado varias veces… y Bedolla ha faltado a tres.
Dicen que en una ocasión prefirió asistir a unas fiestas municipales, que porque “había que estar con la gente”. Claro, nada dice gobernabilidad como un baile de banda mientras el narco toma carreteras.
Tan sencillo como esto: si el gobernador no se presenta a coordinar seguridad, ¿quién se supone que la está coordinando?
¿O ya la subcontrataron y no avisaron?
Cortesía de El Informador
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