Desde 2013, China ha ocupado atolones en el mar de China Meridional. Su objetivo es reclamar territorios marítimos que considera suyos. Para reforzar su presencia militar en la zona, el gigante asiático ha creado al menos siete islas artificiales usando dragas para levantar el fondo marino. Sobre estas, se han instalado pistas de aterrizaje, radares, lanzamisiles y bases militares.
No obstante, uno de sus vecinos, Vietnam, ha decidido copiar su estrategia para ampliar exponencialmente su dominio de ciertas áreas marítimas en las islas Spartly. Un informe de la Iniciativa de Transparencia Marítima de Asia (AMTI) reveló que desde 2024, el país ha aumentado considerablemente sus puestos de avanzada en las islas.
La guerra silenciosa en las islas Spratly
A simple vista, las Spratly podrían parecer un conjunto de arrecifes perdidos en el Pacífico. Están ubicadas entre China, Vietnam, Filipinas y Taiwán, una ruta clave para el comercio internacional. Además, se estima que bajo sus aguas yacen más de 100,000 millones de barriles de petróleo, reservas de gas natural y zonas de pesca vitales para economías regionales como la china.
El problema es que, desde hace décadas, todos estos países reclaman su soberanía sobre el archipiélago. China asegura que sus derechos datan del siglo XV, cuando pescadores de la dinastía Ming ya las visitaban. Por su parte, Vietnam afirma que formaron parte del antiguo reino de Annam. Filipinas, Malasia, Brunéi y Taiwán también han presentado reclamaciones.
Desde 2021, Vietnam ha intensificado su presencia en la zona con nuevas instalaciones en islotes antes apenas visibles. En los últimos meses, ha ganado más de 640 hectáreas al mar. Hoy en día, el país cuenta con múltiples puestos militares y hasta una pista de aterrizaje en Barque Canada Reef. La reacción de China no se hizo esperar: protestó oficialmente en febrero, acusando a Vietnam de “ocupación ilegal”.
El arrecife de Mischief está en poder chino y tiene nombres en diferentes idiomas dependiendo del país que lo reclame. Para China es Měijì Jiāo. Para Vietnam es Đá Vành Khăn y para Filipinas es Bahura ng Panganiban.
Un tablero global en miniatura
Controlar las Spratly implica tener acceso privilegiado a una de las arterias del comercio mundial, por donde transita casi un tercio del transporte marítimo global. La militarización del área no solo inquieta a los países involucrados directamente, sino también a Estados Unidos, a quien le preocupa la expansión militar luego de que China instalara radares anti naves furtivas.
China no se ha limitado al Mar Meridional. En el Mar Amarillo, frente a Corea del Sur, ha hecho lo mismo. Y en tierra firme ha levantado megaproyectos como Ocean Flower Island (tres islas artificiales de 800 hectáreas) o Port City, una especie de “nueva Dubái” de 2,6 kilómetros destinada a negocios, turismo y comercio internacional.
Vietnam, en tanto, justifica sus acciones como defensa de su soberanía, y aunque países como Malasia y Filipinas también han alzado la voz contra su expansión, resulta difícil reprocharle demasiado cuando todos han estado haciendo exactamente lo mismo. Indonesia intentó mediar en esta disputa, aunque sin éxito.
Imagen de portada | Wikimedia commons.
Cortesía de Xataka
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