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- Autor, Redacción
- Título del autor, BBC News Mundo
Bashar Taleb retrató el impacto de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza hasta que el hambre lo alcanzó.
El sábado 19 de julio, el fotoperiodista palestino publicó un mensaje en su cuenta de Facebook que decía: “Ya no tengo fuerzas para trabajar en los medios. Estoy delgado y ya no puedo trabajar”.
Taleb, de 30 años, ha fotografiado a las víctimas del hambre y la violencia en Gaza para la agencia internacional de noticias France-Presse (AFP), cuyos periodistas publicaron un comunicado el lunes 21 de julio en el que alertaban que si no hay “una intervención inmediata, los últimos reporteros en Gaza morirán”.
“Desde la fundación de AFP en agosto de 1944, hemos perdido periodistas en conflictos, hemos tenido heridos y prisioneros en nuestras filas, pero ninguno de nosotros recuerda haber visto a un compañero morir de hambre”, indica el comunicado de la Sociedad de Periodistas de la agencia francesa de noticias.
Este llamado se inserta en una alerta global. Dos días después, el miércoles 23 de julio, más de 100 organizaciones humanitarias, que incluyen a Save the Children, Oxfam y Médicos Sin Fronteras, publicaron un comunicado en el que denuncian una “hambruna masiva” en Gaza.
Sin embargo, las autoridades israelíes argumentan que están facilitando la entrada de la ayuda humanitaria y que actúan según el derecho internacional.
Un hermano que murió de hambre

Fuente de la imagen, Bashar Taleb / AFP
Taleb trabaja para AFP desde 2010. Ha sido colaborador, fotógrafo independiente y, desde 2024, fotógrafo principal.
“Ha vivido en la más absoluta indigencia y trabaja con un enorme riesgo para su vida”, advierte el comunicado de los periodistas de la AFP.
“La higiene es un problema importante para él, con períodos de graves enfermedades intestinales”.
Sus colegas denunciaron que el fotógrafo palestino “vive desde febrero en las ruinas de su casa en la ciudad de Gaza con su madre, sus cuatro hermanos y la familia de uno de ellos”.
“Su casa carece de cualquier comodidad, salvo algunos cojines. El domingo por la mañana, informó que su hermano mayor ‘había fallecido de hambre'”.
“Nos negamos a verlos morir”

Fuente de la imagen, Bashar Taleb / AFP
Los periodistas explicaron que si bien Taleb y otros colaboradores reciben un salario mensual de AFP, “no hay nada que comprar, o los precios son completamente exorbitantes”.
“El sistema bancario ha desaparecido y quienes cambian dinero entre cuentas bancarias en línea y efectivo cobran una comisión de casi el 40%”.
“Nos negamos a verlos morir”, añade la nota con respecto a los colaboradores. “Nos arriesgamos a enterarnos de sus muertes en cualquier momento y esto es insoportable”.
Los empleados de la agencia precisaron que Taleb, junto con algunos otros colegas, son los únicos que informan sobre lo que sucede en la Franja de Gaza.
“La prensa internacional tiene prohibida la entrada al territorio desde hace casi dos años”.
El domingo 20 de julio, Taleb escribió: “Por primera vez, me siento derrotado”.
“Ojalá el señor Macron pudiera ayudarme a salir de este infierno”, dijo en referencia al mandatario francés.
“No sé si volveré con vida”

Fuente de la imagen, Bashar Taleb / AFP
El comunicado de la Sociedad de Periodistas de AFP también cuenta la historia de Ahlam, otra colaboradora que vive en el sur de la Franja de Gaza.
“Cada vez que salgo de la tienda para cubrir un evento, realizar una entrevista o documentar una noticia, no sé si volveré con vida”, advierte el comunicado.
Alham asegura que el mayor problema es la falta de comida y agua.
“Vemos cómo su situación empeora. Son jóvenes y sus fuerzas les están fallando. La mayoría ya no tiene la capacidad física para desplazarse por el enclave y realizar su trabajo”.
“Sus desgarradores gritos de socorro ahora son diarios”.
“¿Comeré hoy?”

Fuente de la imagen, Bashar Taleb / AFP
Al igual que los periodistas de AFP, las organizaciones de ayuda humanitaria que dieron la alerta sobre la hambruna en Gaza hicieron énfasis en las consecuencias que el conflicto está acarreando a sus trabajadores.
“Mientras la hambruna masiva se extiende por Gaza, el cuerpo de nuestros colegas y aquellos a quienes servimos se está consumiendo”, afirma el documento.
“Cada mañana, la misma pregunta resuena en Gaza: ¿Comeré hoy?”, agrega.
“Los niños les dicen a sus padres que quieren ir al cielo, porque al menos en el cielo hay comida”, señaló un trabajador humanitario que brinda apoyo psicosocial al hablar del impacto devastador en los niños.
“Los palestinos están atrapados en un círculo vicioso de esperanza y angustia, aguardando asistencia y ceses al fuego, solo para descubrir que las condiciones empeoran”, afirma el comunicado.
“No es solo un tormento físico, sino también psicológico. Les presentan la supervivencia como un espejismo”.
Presión internacional

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La ONU declaró que las fuerzas israelíes mataron a más de 1.000 palestinos que intentaban obtener ayuda alimentaria desde que la Fundación Humanitaria de Gaza, una controvertida entidad respaldada por Estados Unidos e Israel, inició sus operaciones a finales de mayo en sustitución de una amplia respuesta humanitaria coordinada por la ONU.
Israel enfrenta una creciente presión internacional por la catastrófica situación humanitaria en el territorio palestino.
Más de dos millones de personas padecen una grave escasez de alimentos y otros productos esenciales para la subsistencia tras 21 meses de la actual ofensiva israelí.
La carta de las organizaciones indica que las distribuciones permitidas de ayuda en Gaza “tienen un promedio de tan solo 28 camiones al día”.
La ONU ha sugerido previamente que se requiere un mínimo de 600 camiones diarios para alimentar a una población de dos millones de personas.
Las organizaciones afirman que Israel ha negado el acceso de “toneladas” de suministros cruciales y lo acusan de falsas promesas sobre sus planes de aumentar la ayuda “cuando no hay un cambio real sobre el terreno”.
El martes, el organismo militar israelí responsable de coordinar las entregas de ayuda, Cogat, insistió en que Israel actúa de conformidad con el derecho internacional, y afirmó que facilita la entrada de la ayuda, al tiempo que se asegura de que no llegue a Hamás.
El portavoz militar israelí, el teniente coronel Nadav Shoshani, publicó en X que 950 camiones de ayuda “esperan actualmente en Gaza para que organizaciones internacionales los recojan y distribuyan a la población civil gazatí”.
“Esto ocurre después de que Israel facilitara la entrada de la ayuda a Gaza”, añadió.
Las víctimas

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Según la ONU, aproximadamente el 87,8% de la Franja de Gaza está ahora bajo órdenes de evacuación israelíes o se encuentra dentro de zonas militarizadas israelíes, lo que deja a los 2,1 millones de habitantes hacinados en unos 46 km² de territorio.
Israel lanzó una campaña militar en Gaza en respuesta al ataque transfronterizo de Hamás del 7 de octubre de 2023 que en el que murieron unas 1.200 personas y otras 251 fueron tomadas como rehenes, según las autoridades israelíes.
Desde entonces, en los ataques israelíes han muerto al menos 59.029 personas, incluyendo más de 17.000 niños, y 142.000 personas han resultado heridas , según el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás.

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Cortesía de BBC Noticias
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