Yamauba, la bruja de las montañas de la mitología japonesa que desafía el orden social

En el vasto y complejo universo del folclore japonés, pocas figuras evocan tanta fascinación, ambigüedad y temor como la yamauba, también conocida como yamanba o yamamba. Esta criatura montañesa, mitad bruja, mitad diosa ancestral, ocupa una posición central del imaginario japonés. Encarna a la mujer anciana, devoradora de humanos, que habita las montañas y posee extraordinarios poderes sobrenaturales . En este artículo, exploraremos los orígenes, atributos, evolución histórica y significados culturales de la yamauba.

El surgimiento de la yamauba: un topos narrativo y espiritual

El término yamauba (山姥), que literalmente significa “vieja de la montaña”, comenzó a circular durante el periodo Muromachi (1336–1573). Con todo, las representaciones de ancianas dotadas de capacidades sobrenaturales que poblaban los montes ya estaban presentes en narraciones como el Konjaku monogatarishū (Antología de cuentos del pasado, ca. 1120). Sin embargo, no fue hasta los siglos XIV y XV que estas figuras empezaron a adquirir un carácter propio, distinto del del oni o demonio tradicional. La proliferación del término en las fuentes coincide con algunos cambios sociales significativos: un incremento de la población, la expansión económica y una mayor circulación de personas por los espacios montañosos.

Las montañas, en el imaginario japonés, son lugares liminales donde convergen el mundo de los vivos y el de los muertos, lo sagrado y lo profano. Allí habitan espíritus ancestrales, dioses, y también yōkai —criaturas sobrenaturales que explican lo inexplicable. La yamauba, temida y venerada al mismo tiempo, nace de este cruce simbólico.

Yamauba
Yamamba o Yamauba. Fuente: Brigham Young Universit/Wikimedia

Deidad, oni, bruja: la ambigüedad constitutiva

Una de las características más destacadas de la yamauba es su inherente ambivalencia: puede ser tanto benévola como destructiva. En algunos relatos, auxilia a viajeros perdidos o protege a niños huérfanos; en otros, devora humanos o engaña a los incautos con su apariencia cambiante. Esta dualidad responde, según algunos autores, a un patrón arquetípico que comparte con otras figuras femeninas del imaginario universal, como la bruja de Hansel y Gretel o la Baba Yaga eslava.

A diferencia de los oni, que suelen ser masculinos y de carácter violento, la yamauba incorpora rasgos de deidades femeninas como Yamahime o Tatsutahime. Algunos estudiosos, como Komatsu Kazuhiko, sostienen que la yamauba no es una diosa caída en desgracia, sino un arquetipo híbrido que siempre ha oscilado entre lo divino y lo monstruoso.

Paisaje con lago y montaña en Japón
La montaña es un lugar liminal entre lo humano y lo divino, lo civilizado y lo salvaje. Fuente: Pixabay

El papel del género y la subversión de lo normativo

Desde una perspectiva de estudios de género, la figura de la yamauba se ha reinterpretado como un símbolo de la subversión femenina. Según algunas hipótesis, la yamauba representa a una mujer fuera del sistema patriarcal del sato (el mundo social), libre de las restricciones del matrimonio, la maternidad y la obediencia filial. Vive sola, en la naturaleza, y se desplaza donde y como quiere. Esta libertad espacial y simbólica la convierte en una figura transgresora y, por ello, temida y marginalizada.

El auge de la yamauba como yōkai femenino también se relaciona con el declive histórico en la posición social de las mujeres. Desde el siglo XIV, las mujeres japonesas se vieron gradualmente confinadas al ámbito doméstico al ser consideradas propiedad del marido. El aumento de yōkai femeninos en este período, por tanto, podría entenderse como un reflejo de la resistencia femenina frente a este proceso.

Yamanba
Recreación fantasiosa de yamauba. Fuente: Midjourney/Erica Couto

La montaña: escenario y símbolo

En el contexto narrativo y espiritual japonés, la montaña funciona como un topos de lo sobrenatural, lo misterioso y lo sagrado. En este sentido, la yamauba no es solamente una figura que habita las montañas, sino una personificación del propio espacio montañoso. En obras como la pieza de teatro noh Yamanba, la figura entona cantos que describen las montañas como cementerios y lugares de penitencia, lo que muestra su papel como espacio de tránsito entre mundos.

Historias probablemente ficticias como las de Obasute-yama, que narran el abandono de ancianas en los montes, reflejan la estrecha asociación entre la vejez femenina, la exclusión social y lo sobrenatural. Estas narrativas constituyen el caldo de cultivo ideal para el desarrollo de figuras como la yamauba.

Yamauba
Yamauba. Fuente: Sawaki Suushi/Wikimedia

Apariciones en textos históricos y religiosos

Los primeros registros del término yamauba aparecen en textos como el Gaun nikkenroku (1460) y el Tōdaiki (1609). En ellos, la yamauba se describe como una anciana de cabello blanco, ojos rojos y apetito voraz. También se documentan relatos de yamabushi (ascetas de montaña) que se enfrentan o son subyugados por yamaubas mediante rituales esotéricos, como en el Daisenji engimaki. En este último, la yamauba es derrotada simbólicamente por un sendatsu (guía) que le hace ingerir piedras ardientes como si fueran una medicina.

Estos relatos cumplen una función didáctica y propagandística. Por un lado, legitiman el poder espiritual de los practicantes religiosos; por otro, convierten a la yamauba como símbolo de lo incontrolable que debe ser dominado.

Yamauba como madre y arquetipo de fertilidad

Una faceta menos conocida de la yamauba es su asociación con la fertilidad y la maternidad sobrenatural. Algunas leyendas la retratan como madre de miles de hijos, incluso como encarnación de las estaciones del año. En estos contextos, su figura se acerca a la de la Gran Diosa, capaz de dar y quitar la vida. Este arquetipo, presente en muchas culturas, también ha sido interpretado por algunos psicólogos junguianos como una manifestación japonesa de la diosa madre dual: dadora de vida y muerte.

Yamauba
Recreación fantástica de yamauba, la bruja de los bosques japonesa. Fuente: Midjourney/Erica Couto

De la tradición al presente: persistencia e hibridación

La yamauba sigue presente en la cultura contemporánea japonesa. La encontramos en relatos infantiles, mangas y subculturas urbanas como las yamanba gyaru que la han reconfigurado constantemente para adaptar su perfil a las ansiedades y deseos de cada época. Ya sea como símbolo de la marginalidad, de la sabiduría femenina o del terror ancestral, su permanencia evidencia la potencia de los arquetipos narrativos y su capacidad de regenerarse.

Más que una bruja del folclore, la yamauba es un símbolo multifacético que encarna tensiones culturales, sociales y espirituales. Desde su ambigua relación con los oni hasta su rol como madre mítica o figura feminista, la yamauba representa la frontera entre lo humano y lo monstruoso, lo sagrado y lo profano, lo masculino y lo femenino.

Referencias

  • Marangoni, Rossella. 2025. Yamanba. Donne ribelli del Giappone. Mimesis Edizioni.
  • Reider, Noriko T. 2021. Mountain Witches: Yamauba. University Press of Colorado.

Cortesía de Muy Interesante



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