Zoe Saldaña, la actriz latina que rompió todos los récords y aún sabe emocionarse

Poco a poco la voz de Zoe Saldaña pasó de ser clarísima a entrecortada a causa de la emoción. En todo momento la actriz de las sagas de Guardianes de la galaxia y Avatar pareció sincera en su encuentro exclusivo con Clarín. Sentida, nunca impostada.

Es relativamente alta (1,70 m), expresiva con sus manos y ojos. No da ni por asomo el temor que sus personajes, como Naytiri en las películas de Avatar, suelen generar en quienes se le enfrentan.

Si James Cameron, que la dirigió en Avatar: Fuego y cenizas, que estrenó el jueves, y en las dos películas anteriores, se convirtió por estos días en billonario, Zoë Yadira Saldaña Nazario, su verdadero nombre, ostenta el récord histórico de ser la primera y única actriz en protagonizar cuatro películas que han superado los US$ 2.000 millones de recaudación en el mundo. Son Avatar, Avatar: El camino del agua, Avengers: Infinity War y Avengers: Endgame. Y las tres primeras son las tres más taquilleras de la historia del cine.

No solo por eso fue reconocida por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo en 2023. Bueno, cuando pasó por Jimmy Kimmel Live! ese mismo año reveló en cuanto a reconocimiento, que a menudo la confunden con la actriz Thandiwe Newton (que el jueves estrena Anaconda). Incluso su propia madre las confundió una vez.

Ganadora de un Oscar por su papel en el musical Emilia Pérez, a la mejor actriz de reparto, nacida en New Jersey el 19 de junio de 1978, pero de orgullosa ascendencia dominicana -por vía paterna: su madre es puertorriqueña-, en su encuentro con Clarín en el hotel Four Seasons, en Beverly Hills, no paró de hablar. Los 10 minutos acordados se convirtieron en 12.

-Vos le sugeriste a James Cameron que hiciera un documental explicando lo complicado que es trabajar la actuación a partir de la captación de movimiento. ¿Por qué le pediste esto en particular?

-Porque desde el principio quería compartir con todo el mundo lo increíble que fue para mí como actriz hacer una película en performance capture. De que no tuve la distracción o la presión de sentirme incómoda por tener algo que no me queda bien, o el maquillaje, o el pelo, donde no me puedo mover, o un set donde se ha creado y se ve todo tan elaborado, pero nada sirve. Y donde el actor tiene nuevamente que lidiar con otras retomas.

Cuando tú remueves todas estas cosas que toman tanto tiempo, solamente queda tu imaginación. Y es regresar a una forma, así como de juego, como cuando eras pequeña, que solamente tenías tu imaginación y eras completamente libre. Y la performance capture nos da a nosotros ese freedom, ¿cómo se dice eso? Esa libertad, perdón.

Y por lo tanto nos da a nosotros la habilidad de poder apoderarnos de lo que vamos a presentar. Yo te puedo decir a ti, con certeza, de que todo lo que tú ves ahí de Neytiri lo hice yo. Y es algo que… O sea, lo hizo también el grupo de stunts (dobles de riesgo) y todo eso, pero lo hice yo, no fue algo que fue creado y solamente se usó en mi voz como el instrumento. Todas partes de mi cuerpo y mi ser fueron usadas en Neytiri. Y eso me da a mí mucho placer.

Muchos saben que Zoe se formó primero como bailarina. Pero pocos que mientras filmaba Palabras robadas (2012), comenzó una relación con su coprotagonista, Bradley Cooper, que terminó en enero de 2013.

Zoe está lejos de ser una improvisada. Había realizado una preparación intensa y sin parar de seis meses para Avatar (2009), incluyendo artes marciales, tiro con arco y flecha y equitación.

-Si se encontraran Naytiri y Gamora (de “Guardianes de la galaxia”), por ejemplo, ¿qué se dirían? ¿Quién está más cercana a vos y quién es la más fuerte?

-Son dos personas muy especiales para mí. Se presentaron en mi vida en momentos muy importantes y tuve la oportunidad de trabajar con directores increíbles, porque James Cameron y James Gunn se parecen en el aspecto de que tienen tanta pasión por lo que hacen, tanto amor por lo que hacen, y las historias que ellos quieren decir. Yo sé que Gamora ya tenía sus atributos y fue genéticamente alterada después de que se convirtió en la hijastra de Thanos, pero también, “you know”, Neytiri tiene su fe, y yo creo que también con la fe puedes mover montañas. Entonces, no sé, no sé. ¡Creo que sería una batalla muy fuerte entre las dos! (ríe).

-¿Qué significó para vos haber ganado el Oscar?

-Todavía, todavía… Sin palabras (se emociona). Agradecimiento. Fue un sueño cumplido que ya me había negado a soñar. Pensaba que no era algo que iba a pasar. Me pasó a los 46 años y cuando pasó, lo gané divirtiéndome, porque el set de Emilia Pérez, colaborar con Jacques Audiard y con ese elenco fue divertido, fue lindo desde el principio hasta el final, y de verdad fue algo muy pequeño que no pensábamos que iba a ser tan impactante. Me siento muy agradecida, y también por lo que significa para mí siendo una hija de migrantes, siendo latina, siendo afrolatina, siendo mujer, estar ahí en ese escenario representando a mi cultura, a mi abuela, fue algo muy fuerte.

-Neytiri empieza esta película, digamos, como un personaje totalmente roto por la muerte de su hijo. Estaba pensando que justamente vos, como Neytiri, también sos madre, madre de tres hijos, por más que bueno, Neytiri adopta a otros dos más. ¿Cuánto creés que te ayudó ser madre hacer este personaje?

-Me hace llorar… Yo creo que no hubiera… No hubiera podido entender el amor inmenso que sienten Jake y Neytiri por sus hijos, y el gran esfuerzo, el sacrificio que hacen día a día, si no hubiera sido madre para cuando empezamos a filmar la parte 2 y 3 de Avatar. Y Sam (Worthington) y yo hemos tenido unas vidas un poco paralelas en el aspecto personal, donde nos encontrábamos él y yo con dos niños pequeños. Yo con un recién nacido también cuando empezamos a hacer Avatar: El camino del agua. Yo creo que Jim (Cameron) empujaba la escena ésa donde perdemos a Neteyam.

La empujó unas cuantas veces porque Sam y yo teníamos tanto miedo y tanta ansiedad, pero también la tenía Jim, de hacer una escena donde vas a tener que ponerte en los zapatos de una persona a la que le pasa lo inimaginable. O sea, eso es algo que no podíamos captar o poder asimilar. Pero le agradezco, agradezco también que me encontré en ese momento en mi vida dándole la bienvenida a tantas cosas hermosas, que es lo que es ser madre. Y Naytiri también se sentía en ese momento así.

-Volviendo al tema de la inmigración, ¿creés realmente que aquí en Hollywood se están abriendo más caminos para los latinos?

-Sí. Tenemos un camino muy largo por recorrer, pero también eso se sentiría en muchas comunidades que han sido marginalizadas. Es importante reconocer todo lo que hemos avanzado, porque si solamente pensamos en lo que no tenemos, que necesitamos conseguir, eso trae un mal agradecimiento al espíritu, que no es justo. Hoy estamos en un lugar diferente de como estábamos hace 20 años.

Un latino en una película de ciencia ficción, en el espacio, una mujer de color, afrolatina, en el espacio, eso hace 30 años nunca se hubiera visto. Entonces, en mi vida, yo he visto esos cambios, esa evolución. Claro que no pasa a la velocidad y en la cantidad en la que de verdad queremos, pero también sé que no es solamente a causa de los que mantienen las llaves de las puertas que no se abren. No es solamente eso.

También nosotros como comunidad latina tenemos que apoyarnos los unos a los otros. Entonces, ya sea que si hay un latino que ha hecho una película pequeña o grande, que sea de ciencia ficción, o de amor o de acción, tenemos que apoyarnos. Si hay un latino que escribe un libro, si hay un latino que avanza en la ciencia, en la medicina, tenemos que saber quiénes somos los unos y los otros.

Darnos esa fuente de apoyo, eso es muy importante. Ya tenemos muchas personas latinas en diferentes comunidades siendo grandes trailblazers (pioneros). Reconocerlos, saber de dónde venimos, conocer nuestra historia y el saber para dónde vamos, yo creo que es muy importante. Entonces, claro, tenemos mucho para abarcar y avanzar, pero hemos recorrido también mucho.