Por: David Torres Cadena.
Abogado y Activista.
La reforma judicial en México, impulsada por el actual gobierno, ha generado un debate intenso en el país. Si bien se ha presentado como una medida para combatir la corrupción y mejorar la impartición de justicia, ha sido criticada por diversos sectores que señalan posibles consecuencias influyentistas y por ende negativas
Un Poder Judicial Debilitado:
Uno de los principales contras es la amenaza a la independencia del Poder Judicial. La reforma propone la eliminación de la carrera judicial y la creación de un nuevo sistema de elección de jueces y magistrados, lo que podría generar una mayor influencia política en la justicia.
Se critica que esto podría llevar a la cooptación del poder judicial y a la vulneración del Estado de Derecho.
Impacto en la Lucha contra la Corrupción:
Aunque la reforma busca combatir la corrupción, algunos expertos argumentan que las medidas implementadas podrían tener el efecto contrario. La eliminación del Consejo de la Judicatura Federal, órgano encargado de la vigilancia del Poder Judicial, podría debilitar los mecanismos de control y generar una falta de vigilancia y mayor espacio para la corrupción.
Amenaza a la Seguridad Jurídica:
La incertidumbre jurídica también es una preocupación. Los cambios rápidos y radicales en el sistema judicial podrían generar confusión y dificultar la aplicación de la ley. Esto podría afectar la seguridad jurídica de la ciudadanía, generando un clima de desconfianza en el sistema judicial.
Falta de Consulta y Transparencia:
La reforma se ha implementado con una notable falta de consulta a expertos y a la sociedad civil. Se acusa al gobierno de un proceso poco transparente y de no haber considerado las opiniones y sugerencias de actores relevantes en el sistema judicial.
Un Sistema Judicial más Lento e Ineficaz:
Algunos expertos advierten que la reforma podría generar un sistema judicial más lento e ineficaz. La eliminación de la carrera judicial y la creación de un nuevo sistema de elección de jueces y magistrados podrían dificultar la formación y el desarrollo de juzgadores calificados.
De por si en materia familiar los jueces 6 magistrados locales e incluso los amparos tardan causando daños irreparables al afectar a los menores en convivencias, alimentos y afectar a la familia, si politizamos esto sin una estructura de términos exactos de resolución, seguramente el sistema judicial va a perjudicar más a la infancia y a la familia como base de la sociedad entre otras materias.
Conclusión:
La reforma judicial en México, a pesar de sus buenas intenciones, presenta diversos contras que podrían generar consecuencias negativas. Es crucial que se garantice la independencia del Poder Judicial, se fortalezcan los mecanismos de control contra la corrupción y se asegure un proceso transparente y participativo. Solo así se podrá garantizar un sistema judicial eficaz y confiable que contribuya a la justicia y al bienestar de la sociedad de manera objetiva y no solo con verborrea amparada y excusada en falsas ilusiones disfrazadas de una supuesta sobrevaluada y mal vendida “transformación” a la ciudadanía.
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