La eutanasia no es un tema sencillo de abordar, y Pedro Almodóvar pone primera, segunda, tercera y hasta quinta en La habitación de al lado, demostrando que su libertad expresiva no le tema a nada, y menos a los temas considerados tabúes.
Los personajes centrales son dos amigas, que no se han visto desde hace un tiempo. Ingrid (una luminosa, bella como siempre Julianne Moore) es una escritora que se entera mientras firma ejemplares de su nuevo libro, sobre la muerte, que Martha (Tilda Swinton, más acotada en sus expresiones) está internada, enferma de cáncer. Y decide visitarla.
Martha, que es una batalladora, ha aceptado a regañadientes hacer un tratamiento nuevo para ganarle a la enfermedad. “Soy un conejillo de Indias”, le dice a Ingrid.
Vamos a saber más del pasado de Martha que de Ingrid: fue corresponsal de guerra, casi que no veía a su hija Michelle, a la que tuvo a los 16 años, y por eso está algo sola en ese cuarto del hospital.
Martha, cuando se entere de que el tratamiento no está dando frutos, y el cáncer haya hecho metástasis, le pedirá a Ingrid que la acompañe en lo que es su decisión: quitarse la vida.
Julianne Moore, luminosa
Almodóvar plantea el asunto sin vueltas, y la que da vueltas es Ingrid, que no quiere saber nada ni con la propuesta ni con la muerte. Pero, al final, decide ayudarla. Y marchan las dos solas a una casa en el bosque, donde Martha ingerirá algún día, sin avisarle a su amiga, una pastilla conseguida en la “dark web”.
Estilísticamente, La habitación de al lado es a las claras una película almodovariana. Por el uso de la paleta de colores, aunque sea para contar una historia en la que la muerte está omnipresente en casi todos los diálogos y situaciones, por la rapidez de las reacciones de los personajes femeninos, y por la música de Alberto Iglesias, habitual colaborador del director manchego, que recuerda y mucho a las bandas sonoras de clásicos hollywoodenses de los años ’50.
A estas alturas, más maduro, más sobrio y algo más serio que en producciones recientes, Almodóvar ya narra siguiendo su propio manual de estilo. En su adaptación a la novela Cuál es tu tormento le cambió no solo el final, todo para que cuadrase con sus intenciones.
Vaya uno a saber qué momentos de la producción de la película con los que más disfruta, si la escritura del guion, el rodaje propiamente dicho o la etapa del montaje, la edición final. Seguramente la del medio, y aquí ha conseguido un par de actuaciones como para inclinarse y sacarse el sombrero.
Julianne Moore está estupenda. Es cierto que es su personaje el que cambia, el que crece, el que tiene más matices. Tilda Swinton compone a una mujer que tiene una meta fija, y es el tránsito hasta llegar a ella el que le sirve a Almodóvar para (re)construir esa relación de amistad, genuina, femenina y potente que el director de Volver, Julieta, Kika y Tacones lejanos tan bien sabe revelar y reflejar en su cine.
“La habitación de al lado”
Drama. Estados Unidos / España, 2024. Título original: “The Room Next Door”. 107’, SAM 13. De: Pedro Almodóvar. Con: Julianne Moore, Tilda Swinton, John Turturro, Juan Diego Botto, Alessandro Nivola. Salas: Hoyts Abasto y Unicenter, Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Avellaneda y Pilar, Showcase Belgrano, Norcenter y Haedo.
Cortesía de Clarín
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