El tema de la discapacidad intelectual es uno de los centros de atención de Simón de la montaña, la película dirigida por Luis Federico, que protagoniza Lorenzo Ferro, y que ganó el premio a la mejor película en la Semana de la Crítica en Cannes en mayo pasado, un logro que ya habían alcanzado, entre otras, XXY, de Lucía Puenzo, y La patota, de Santiago Mitre.
Y es que Simón (Ferro) no tiene una discapacidad, pero hace entender que sí. ¿Es un farsante o lo hace para sentirse integrado?
La película arranca con una fuerte tormenta de viento, en una zona desértica cerca de la Cordillera de los Andes. Allí vemos a Simón, a Pehuén (Pehuén Pedre) y otros jóvenes con capacidades diferentes, perdidos en esa excursión.
Pero pronto nos enteraremos de que Simón no posee el certificado de discapacidad imprescindible, por ejemplo, para vivir en el centro de salud donde están alojados sus amigos. Cuando su madre (Laura Nevole) llega al lugar, claro, no entiende nada.
Ella y su pareja (Agustín Toscano, que a su vez coescribió el guion con el director) creen que Simón simula una discapacidad auditiva solamente para poder pasar más tiempo con sus amigos.
Es que Simón evidencia sentirse más a gusto con Pehuén y con Kiara (Kiara Supini), y pareciera que, poco a poco, acepta eso que simula como si fuera un padecimiento cierto, verdadero.
El filme de Luis Federico, que es una opera prima, tiene un antecedente reciente, el mediometraje también de Luis Federico Cómo ser Pehuén Pedre, donde el joven intenta cochear a Lorenzo Ferro y a Agustín Daulte para que pudieran conseguir el certificado de discapacidad.
El amor y el despertar sexual en el mundo de la discapacidad
La mirada del realizador, que había presentado en el Festival de Cannes su cortometraje La siesta, aquí se permite ahondar en el día a día de los jóvenes, en su iniciación sexual, en el amor, en la solidaridad. Pero también los muestra tratando de aprovecharse de su situación (cuando quieren entrar a un complejo de cines gratis, por ejemplo), pero nunca es paternalista, sino integradora.
Y un acierto fue contratar a Lorenzo Ferro, que había protagonizado El Ángel, sobre el delincuente Carlos Robledo Puch, después de pasar casi un año estudiando videos, imitándolo y trabajando con coach de actores: aquí logra que veamos a Simón, su personaje, con cierto grado de rechazo, por lo que hace, pero es enteramente querible.
No abundan las películas que, al alejarse de la linealidad, bucean en las relaciones de personajes que son distintos, desiguales y no por una capacidad diferente.
Se sabe que la sociedad mira con ojos raros a lo diferente. Bueno, Simón de la montaña habla sobre el rechazo a lo diferente, habla sobre los prejuicios y todo lo hace de una manera, también, atípica y diversa.
“Simón de la montaña”
Drama. Argentina / Chile / Uruguay, 2024. 94’, SAM 13 R. De: Federico Luis. Con: Rafael Ferro, Pehuén Pedre, Kiara Supini, Laura Nevole, Agustín Toscano. Salas: Hoyts Abasto, Quilmes y Unicenter, Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Avellaneda y Pilar, Showcase Belgrano, Norcenter y Haedo.
Cortesía de Clarín
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