Una nueva crisis se ha estado gestionando en la frontera de Polonia y Ucrania, en donde los transportistas protestan en contra de lo que consideran una competencia desleal por parte de los camioneros ucranianos, que subcotizan los precios de sus mercancías.
La protesta está afectando la ayuda a Ucrania por parte de organizaciones y países. Si bien los transportistas —en huelga desde el pasado 6 de noviembre— permiten el paso de vehículos oficiales, muchas organizaciones civiles transportan su carga en camiones comerciales, a los que no se les permite el paso.
La medida no solo afecta a los soldados ucranianos, ya que también los doctores en el campo de batalla—y sus pacientes— resultan afectados, ya que los suministros médicos también son detenidos en el paso fronterizo.
Al menos dos mil 500 camiones ucranianos permanecen varados en el lado polaco de la frontera, según el Servicio Estatal de Fronteras de Ucrania.
Pero además del bloqueo de mercancías, la protesta podría provocar que los precios de dichos productos aumenten en Ucrania, que ya ha visto bajar el monto de tasas aduaneras precisamente por la caída en exportaciones.
Cabe destacar que si bien recibe ayuda internacional, el gobierno de Ucrania tiene menos recursos para financiar su ejército que Rusia, motivo por el que depende en gran medida de suministros y donaciones proporcionadas por terceros.
Al respecto, la Unión Europea (UE) ha calificado la protesta como “inaceptable”. Adina Valean, comisaria europea de Transporte, dejó ver la posibilidad de abrir un expediente de infracción contra los transportistas polacos por no cumplir la ley, pero en tanto se resuelve el conflicto cabe la posibilidad de que Ucrania deje de recibir ayuda.
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Cortesía de Eje Central
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