EE UU concederá a Ucrania 61.000 millones de dólares de ayuda tras meses de retrasos

Estados Unidos asume su protagonismo como primera potencia mundial. Tras meses de bloqueo a la aprobación de ayuda adicional a Ucrania para defenderse de Rusia, la Cámara de Representantes ha aprobado este sábado un paquete de 95.000 millones de dólares (unos 89.000 millones de euros) con ayuda a Ucrania, Israel y Taiwán en el que la mayor parte, 60.840 millones de dólares (unos 57.000 millones de euros), irán a reforzar económica y militarmente a Kiev. Algunos congresistas demócratas han llegado a ondear pequeñas banderas de Ucrania en el hemiciclo, provocando el rechazo de los republicanos.

Se da por seguro que el Senado aprobará los fondos en los próximos días y que el presidente, Joe Biden, firmará de inmediato una ley que viene reclamando desde hace más de seis meses y cuya aprobación ha celebrado este sábado como “un mensaje claro sobre el poder del liderazgo estadounidense en la escena mundial” en respuesta a “la llamada de la historia”. Biden ha dado las gracias al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que se ha enfrentado al ala dura de su partido para sacar adelante el paquete.

La nueva ayuda llegará a Ucrania en un momento decisivo, cuando la escasez de munición le está haciendo ceder posiciones frente a Rusia. El Pentágono tiene a punto el armamento más urgente para entregarlo sin demora en cuanto la ley entre en vigor.

Los congresistas han votado por separado la ayuda a Ucrania, la de Israel, la de Taiwán y una cuarta ley con disposiciones variadas, entre las que se incluye la prohibición de la red social TikTok en Estados Unidos en el plazo de un año si sus dueños chinos no venden la compañía. Las cuatro propuestas de ley se han empaquetado en una, que será sobre la que ahora deberá votar el Senado.

“Este paquete prestará un apoyo crítico a Israel y Ucrania; proporcionará ayuda humanitaria desesperadamente necesaria a Gaza, Sudán, Haití y otros lugares afectados por conflictos y desastres naturales en todo el mundo; y reforzará la seguridad y la estabilidad en el Indo pacífico”, ha dicho Biden en un comunicado distribuido por la Casa Blanca minutos después de la votación. “Llega en un momento de gran urgencia, en el que Israel se enfrenta a ataques sin precedentes por parte de Irán y Ucrania a los continuos bombardeos de Rusia”, ha añadido.

Enfrentamiento republicano

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.

Suscríbete

Para sacar adelante el paquete, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ha tenido que enfrentarse al ala más aislacionista y radical de su partido y apoyarse en los demócratas. La ayuda a Ucrania se ha aprobado con 311 votos a favor, 101 en contra y uno en blanco. Pero mientras todos los votos demócratas han sido a favor, entre los republicanos ha habido 101 a favor, 112 en contra y uno en blanco. Se repite lo que ocurrió con las leyes presupuestarias el mes pasado y con las varias prórrogas presupuestarias que Johnson también sacó adelante gracias a los votos demócratas. Con ello, Johnson, que en su día también se opuso a la ayuda a Ucrania, ha puesto en peligro su propio puesto.

La trumpista acérrima Marjorie Taylor Greene (conocida como MTG) anunció hace un mes una moción de censura contra Johnson a raíz de la aprobación de las leyes de financiación de la Administración y señaló la ayuda a Ucrania como la nueva línea roja para activarla. Varios republicanos radicales contrarios a la aprobación de más fondos para Kiev se han declarado en los últimos días partidarios de destituir al speaker, entre ellos Thomas Massie y Paul Gosar. Sin embargo, la gran mayoría de los republicanos, tras el espectáculo de caos y vacío de poder que dieron tras destituir al anterior speaker, Kevin McCarthy, parecen pensárselo dos veces antes de volver a las andadas.

MTG se ha mostrado furiosa a la salida del Capitolio y frustrada por no tener más apoyos entre sus colegas para destituir a Johnson. “Tenemos congresistas ondeando la bandera de Ucrania en el hemiciclo de la Cámara de Representantes mientras no hacemos nada para asegurar nuestra frontera. Creo que todo el mundo en este país debería estar furioso. No están sirviendo a su país”, ha dicho.

“La historia nos está mirando”. “El mundo nos está mirando”. Esas han sido las frases más repetidas este sábado por los congresistas en las horas de debate en que los partidarios de la ayuda económica y militar a Ucrania, Israel y Taiwán han alertado especialmente del riesgo de dejar al Gobierno de Kiev a merced del presidente ruso, Vladímir Putin. “Tenemos la responsabilidad, no como demócratas o republicanos, sino como estadounidenses, de defender la democracia allí donde esté en peligro”, ha dicho durante el debate el líder demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries. “Este es un momento para elegir y escoger democracia o autocracia, podemos escoger libertad o tiranía. Podemos elegir la verdad o la propaganda. Podemos elegir Ucrania o Rusia, podemos elegir a Zelenski o a Putin. Podemos elegir un aliado democrático o un enemigo declarado”, ha añadido.

Johnson ha preferido tramitar los cuatro proyectos de ley por separado porque creía que eso diluía la oposición a diferentes aspectos del paquete. Los demócratas que se oponen a dar más apoyo a Israel han podido votar en contra del mismo y los republicanos que quieren cortar el grifo a Ucrania, también, pero sin arruinar la propuesta en su conjunto. La norma incluye 60.840 millones de dólares para Ucrania, 26.380 millones de dólares para Israel y para ayuda humanitaria a los civiles de zonas en conflicto, incluida Gaza y 8.120 millones para la región indopacífica, destinados sobre todo a Taiwán.

Algunos republicanos querían que la ayuda a Ucrania se articulase como préstamo y se ha llegado a una solución de compromiso. Del total de casi 61.000 millones, los 10.000 millones de asistencia económica son a devolver, pero se incluye también una cláusula por la cual el presidente puede perdonar esos préstamos a partir de 2026. Eso permitiría a Trump, contrario a la ayuda a fondo perdido, exigir la devolución si gana las elecciones y a Biden exonerar a Kiev si resulta reelegido.

Dentro del paquete de 60.840 millones de dólares destinados a Ucrania, las principales partidas son 23.200 millones de dólares para reponer suministros de defensa estadounidenses prestados a Ucrania (principalmente munición), 13.800 millones para la adquisición de sistemas avanzados de armamento, productos y servicios de defensa y 11.300 millones para las actuales operaciones militares estadounidenses en la región.

Estados Unidos ya ha destinado 113.000 millones de dólares de asistencia a Ucrania desde que empezó la invasión rusa en febrero de 2022, según una actualización de febrero del Instituto para el Estudio de la Guerra. De ellos, 75.000 millones han sido ayuda militar, económica y humanitaria directa.

Ayuda a Israel

El paquete de Israel da prioridad a las capacidades defensivas, proporcionando unos 5.200 millones de dólares para reponer los sistemas de defensa de la Cúpula de Acero, la Honda de David y el Rayo de Hierro. Otros 3.500 millones se destinan a la adquisición de sistemas avanzados de armamento a través del Programa de Financiación Militar Exterior; 1.000 millones son para mejorar la producción y el desarrollo de artillería y municiones y 4.400 millones, para reponer suministros y servicios de defensa. Además, 2.400 millones se destinan a las actuales operaciones militares estadounidenses en la región. Hay otros 9.000 millones de dólares para ayuda humanitaria, incluida la destinada a los civiles de Gaza, pero vetando la financiación de la UNRWA, la principal agencia de la ONU que proporciona ayuda a los palestinos de Gaza. El paquete israelí se ha aprobado con 366 votos a favor y 58 en contra, de ellos 37 demócratas.

La cuarta ley, sobre medidas de seguridad nacional estadounidenses, incluye una disposición que obligaría a ByteDance a vender la red social TikTok si no quiere que sea prohibida en Estados Unidos. Es una norma similar a la que la Cámara de Representantes aprobó el pasado 13 de marzo, con la diferencia de que esta tiene visos de ser aprobada de inmediato pro el Senado, al formar parte del paquete. Incluye una opción para ampliar el plazo de venta de seis a nueve meses y si se están dando pasos hacia la venta, el presidente puede ampliar el plazo otros tres meses más.

En esa cuarta ley se contempla también destinar activos rusos incautados a compensar la ayuda estadounidense a Ucrania, aunque no está claro hasta qué punto puede ser aplicada esa medida. La norma también impone sanciones a cargos iraníes y rusos y limita aún más la exportación de tecnología estadounidense utilizada para fabricar drones iraníes. También impone sanciones a organizaciones criminales que trafican con fentanilo.

Sin fondos para la frontera

Varios republicanos exigieron inicialmente, como condición para aprobar ayuda adicional a Ucrania, destinar más fondos a reforzar la frontera frente a la inmigración ilegal. Los demócratas recogieron el guante y senadores de ambos partidos llegaron a un acuerdo en el Senado para destinar 20.000 millones de dólares a dotar de más medios de las patrullas fronterizas, los servicios de inmigración, los agentes de asilo y los jueces encargados de los asuntos migratorios.

El expresidente Donald Trump, sin embargo, torpedeó ese acuerdo por puro cálculo electoral. Prefería echar gasolina al fuego de la inmigración ilegal que llegar a un pacto para apagarlo. Si al aplicarse las medidas tenían resultados, no podría cabalgar a lomos de ese problema, del que ha hecho el eje de su campaña electoral. Incluso si no daba muchos frutos, el acuerdo habría permitido a Biden argumentar que estaba tomando medidas consensuadas entre ambos partidos. La paradoja es que, al final, la ayuda a Ucrania se aprueba sin medidas para la frontera.

“Enviar 100.000 millones de dólares al extranjero sin reforzar nuestras propias fronteras demuestra que ponemos a Estados Unidos en último lugar”, ha dicho Massie a los periodistas este sábado en el Capitolio. En contraste con el lema “America first”, Estados Unidos primero, que resumió la política exterior de Trump, los republicanos han bautizado a esta ley como “America last”, Estados Unidos, lo último.

Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

_

Cortesía de El País



Dejanos un comentario: