Apatía, desinterés o cinismos, en el hackeo a la SEDENA

Por: Carlos Aguila Franco

De enorme preocupación, la actitud que López y su 4-T han tenido respecto al hackeo que sufrió la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), tomándolo como si fuese algo sin importancia, con total apatía, mostrando un desinterés al grado de no presentar una denuncia al respecto y mucho menos el iniciar una investigación por los más de cuatro millones de documentos que les hackearon. y que día con día se están dando a conocer de actividades de la Sedena, pero que de alguna manera también tendrían que ver con la seguridad del país, sobre todo por la labor e información de inteligencia hacia la delincuencia organizada y el narcotráfico. El no hacer nada al respecto y minimizarlo, raya en un cinismo total.

Es de llamar la atención la enorme falta de atención y respuesta por parte de López y sus lacayos de Morena, apostando a que, con un nuevo escándalo, haga que esto que sucedió en la Sedena, se vaya olvidando. Lo cual nos lleva a no tener certeza si lo que hoy se da a conocer es cierto, y las graves consecuencias que tendría para el país y los que el vivimos. Pretendiendo que solamente se quede en un escándalo más y no en la responsabilidad de la esfera institucional donde casos como este deberían de atenderse e investigarse. 

LA INFORMACIÓN HACKEADA, ESCÁNDALO TRAS ESCÁNDALO

Desde que se dio a conocer el hackeo de información cada día surgen temas diferentes que van de escándalo en escándalo en Medios de Comunicación nacionales e internacionales como: López está mal de salud y utiliza ambulancias aéreas, que si usa un nuevo Estado Mayor Presidencial para cuidar a su esposa en sus viajes, también para darle masajes y hasta para que le limpien su departamento en Palacio Nacional; Vínculos del crimen organizado con gobiernos municipales y estatales; que si Adán Augusto López, dio empleo en seguridad a personas ligadas a la delincuencia, etc. etc.

Esta información y lo que genera al conocerse, llama mucho la atención que no le interese como lo señalamos, a López y sus funcionarios, y no hagan una denuncia formal para investigar quien hackeo la información, encontrar a los responsables, dado se cometió un delito. Asimismo, no sabemos si hubo ya sanciones internas en la Sedena respecto a lo que permitieron que sucediera. Con el riesgo de que, si no se sanciona y no se toman mayores precauciones, puede volver a pasar lo mismo. 

Y quién más afectado está resultando es el Ejército mexicano, dado que con la información que está difundiéndose, queda muy mal parado en cuanto a lo que ha hecho y seguramente sigue haciendo, que es muy contrario a la versión que López todos los días da a conocer presentándolo como lo máximo en el país, ya que la información muestra todo lo contrario.

Analizando lo que se ha publicado del hackeo, se muestra lo negativo, las malas conductas que este gobierno ha llevado a cabo, que de no ser porque lo hackearon, NUNCA nos enteraríamos, al menos durante este sexenio. Y ante eso, López sigue en su línea de cuando algo le afecta, o no le gusta, lo maneja con expresiones de desprecio, y utilizando la música de su paisano Chico Che.

Cuando estamos viviendo un tremendo caos de información, que muestran y demuestran cómo es realmente el Ejército, y también a la administración de López. Con esos privilegios en hospitales, viajes para su familia y también para algunos funcionarios de su administración. Y qué decir de venta de armas ilegales, acuerdos con grupos de la delincuencia organizada, gestiones indebidas, espionaje a periodistas o personas que no están de acuerdo con lo que se hace y protestan, al igual que a organizaciones civiles, a Medios de Comunicación.

Espero sinceramente, que no suceda que, como ha pasado con la violencia, la inseguridad, los miles de asesinados, los miles de muertos por la pandemia, el saber lo que hace ilegalmente el Ejército, la enorme corrupción, el fracaso de todo lo que han creado o inventado en esta administración, nos parezca normal el actuar del Ejército, y nos acostumbremos a que así son las cosas, sin que haya una reacción ni del gobierno, ni de la sociedad civil. 

Porque en este hackeo, insisto, el que más pierde es el Ejército, que de ser el más beneficiado de muchas formas por López en esta administración, otorgándole enormes presupuestos cada año, dejándole construir, manejar, administrar, infinidad de cosas, al mostrarnos su verdadera cara, termine siendo el gran perdedor. Quizás por ello López quiere minimizar esta crisis de reputación, para seguirlos protegiendo y teniéndolos de su lado para lo que pueda necesitar en cualquier momento.

Es por ello que debemos pasar de la lógica del escándalo, a la lógica de la responsabilidad, con dinámicas diferentes, ya que la primera se agota, y es desplazada por otro escándalo, y la responsabilidad es rendir cuentas y asumir las consecuencias tanto de las acciones como las omisiones. Y eso es lo que López está evadiendo.

Y más preocupante, que ante todo esto que está saliendo y que muestra la cruda realidad de López en el cómo se está conduciendo este país, todavía sigan apoyándolo y afirmando que es el mejor presidente que hayamos tenido. Pareciera que los tiene embrujados, o son flojos y atenidos, estirando la mano para recibir su limosna que les da y no analicen y reflexionen, como verdaderamente es y lo que está haciendo con el país. Sin querer darse cuenta que las promesas que les hizo, si en estos ya cuatro años de administración no se las cumplió, ya no podrá hacerlo en lo que le falta de su administración.

Que sus proyectos prioritarios serán un fracaso, porque su aeropuerto Felipe Ángeles no tiene los resultados que se esperaban. La inaugurada refinería Dos Bocas, no refina NADA. Y su trenecito Maya, cada día más caro, lo podría terminar, pero nadie asegura que vaya a funcionar.

Muy grave que López pretenda olvidar las causas de lo que está sucediendo con este hackeo, sin pensar en que cuando eso se hace, tarde que temprano volverán esas causas a brotar, aunque pretendas taparla, ocultarla o peor aún, fingir que nada pasa. Así lo ha hecho desde el 1 de diciembre del 2018 y lo seguirá haciendo hasta que termine su nefasta administración. Cruda, preocupante y perversa realidad. 



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