Primero los pobres, falsa promesa

Carlos Aguila Franco

PRIMERO LOS POBRES, FALSA PROMESA

En una más de sus falsas promesas de López, que ha venido haciendo desde que fue jefe de gobierno de la Ciudad de México, ha sido su lema “Primero los Pobres”, el cual no cumplió como jefe de gobierno y mucho menos lo ha hecho como presidente en los ya más de cuatro años que lleva.

ORDEÑANDO AL FONSABI

Y si bien sus programas sociales en base a los que supuestamente dirige para ayudar a los pobres, han sido una mentira, un vil engaño, porque no los ayuda a salir de pobres y antes al contrario, los hace dependientes de esa limosna que les da cada dos meses, a cambio de que sean sus incondicionales, votando por los candidatos de Morena y utilizándolos al obligarlos a ir a marchas y mítines. Ahora resulta que, en el peor de los descaros, nos enteramos que hay un esquema diseñado para ordeñar al FONSABI, que se encarga de financiar tratamientos caros de las personas más pobres, porque el fondo se volvió “caja chica” del gobierno federal.

Esto sale a la luz gracias a una investigación de México Evalúa, respecto a que el gobierno federal desarrollo un esquema financiero para simular que incrementa el gasto en salud, pero que, en realidad, canaliza recursos a otros rubros, presumiblemente para contener los precios de los combustibles, apoyar a Petróleos Mexicanos (Pemex) o construir el Tren Maya.

En esta Investigación, se informa que las instituciones utilizadas para desplegar la estrategia son: el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), diseñado originalmente para financiar gastos catastróficos de las personas que no cuentan con seguridad social) y la Tesorería de la Federación (Tesofe).

Por ello estimados lectores, es importante conocer que, en el 2022, con la transición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) al IMSS-Bienestar, seprometía reactivar el gasto en salud de las personas sin seguridad social. Pero no solamente fracasó eseintento, sino que se institucionalizó la simulación del gasto en salud. Transfiriéndose recursos del Fonsabi para posteriormente retirarlos para ser usados con fines diferentes al de la salud. Así lo destaca la investigación de México Evalúa. 

Y es que durante estos más de 4 años que lleva López de presidente, las transferencias trimestrales al Fonsabi promedian 12 mil 900 millones de pesos que representan el 122% más que el sexenio de Enrique Peña Nieto, pero, sus salidas suman ya 17 mil millones de pesos, 347% más que el sexenio pasado.

Lo preocupante es que según señala y alerta el reporte de México Evalúa, menos del 5% de los gastos del Fonsabi han sido destinados y aplicados para la atención de enfermedades catastróficas y construcción de infraestructura. Mientras que el 95% restante, ha sido transferido a la Tesorería de la Federación (Tesofe), en donde se pierde el rastro del dinero. Toda una ‘lavadora’ del gasto en salud”.

FONSABI

El Fonsabi, que es una herramienta del INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar) que financia principalmente 66 intervenciones de padecimientos de alto costo, como algunos tipos de cáncer, trasplantes, el VIH, malformaciones congénitas, se creó en el 2004, con el objetivo de financiar las intervenciones médicas o tratamientos de alto costo para las personas más pobres, que no cuentan con IMSS-ISSSTE o cualquier otro esquema de protección social. Pero en parte de ese Cambio prometido por López, en su nefasta administración, ha cambiado a ser una “caja chica” del gobierno, dado que se le asignan recursos millonarios y al final se simulan subejercicios para que terminen en manos de la Tesorería de la Federación.

La investigación nos presenta que: “Financieramente, el Fonsabi ha estado más activo que nunca. De 2010 a 2018, sus ingresos trimestrales promediaron 5 mil 800 millones de pesos y sus salidas 3 mil 800 millones. Las transferencias a fideicomisos en años recientes han inflado el gasto de la Secretaría de Salud, pero lo más grave es que al llegar a estos instrumentos se ha perdido su trazabilidad”.

Agregando que el truco legal que permite el desvío de recursos se instrumentó en 2020, cuando se añadió a la Ley General de Salud el artículo 77 bis 17, el cual establece que “cuando el Fondo acumule recursos en un monto superior a dos veces la suma aprobada en el Presupuesto de Egresos de la Federación (ese año fueron 32 mil millones de pesos), el remanente podrá destinarse a fortalecer acciones en materia de salud a través del reintegro de recursos correspondiente a la Tesorería de la Federación”.

Y de manera por demás cínica y perversa, en el 2022 y 2023, la Ley de Ingresos de la Federación fue modificada para que todo el remanente fuera depositado en la Tesofe, salvo que la SHCP autorizara lo contrario. Y en estas reformas, ya no se estableció un compromiso con respecto al destino que deben tener los recursos transferidos a Hacienda.

Usando este esquema, en el 2020 hubo gastos por 63 mil 700 millones de pesos del Fonsabi, resultando que el 14.7% fue para atender enfermedades de alto costo e infraestructura; el 51% para cumplir con la obligación establecida en la LGS que es traspasar 40 mil millones al Insabi para gasto corriente y el 34.2%para atender la obligación de la LGS de traspasar a la Tesofe el remanente del Fonsabi.

Para el 2021, las erogaciones totales fueron de 114 mmdp, siendo solamente el 10.4% para enfermedades de alto costo, infraestructura y medicamentos; el 8.5% para la obligación de traspasar 40 mil millones al Insabi; 50% a la regla de la LGS de traspasar a la Tesofe recursos, y el 30.9% a la obligación de la LIF 2021 de concentrar en la Tesofe el patrimonio del fondo.

Con lo anterior, en 2021 el 80.9% ,92 mil 700 millones de pesos de los recursos del Fonsabi fueron a parar directamente a la Tesofe, resultando imposible para la ciudadanía, conocer y tener la seguridad que esos recursos fueron utilizados en materia de salud.

Grave, preocupante e indignante que estén haciendo esta acción por demás corrupta y vil, en la que se están robando recursos destinados para financiar las intervenciones médicas o tratamientos de alto costo para las personas más pobres, que no cuentan con IMSS-ISSSTE o cualquier otro esquema de protección social, con el mayor descaro sin que se haga nada. Una muestra más de la enorme corrupción que prevalece desde el 1 de diciembre del 2018, en que llegó López y su Banda. Pero lo que más indigna es que sea precisamente esa acción en contra de los pobres y su salud, esos a los que López afirma y presume que son su prioridad ayudar, proteger, su pueblo que tanto quiere y tanto le preocupa. 

Pero qué podemos esperar, si la frase que ha usado, desde que fue jefe de gobierno de la Ciudad de México y ahora como presidente de México, “Primero los Pobres”, se la robó o plagió al quien fuera gobernador de Tabasco, el priista Enrique González Pedrero, con quien López en su época de priista trabajo, así lo ha señalado Macario Schettino en su reciente libro “México en el Precipicio”. 

Con ello muestra y demuestra que los pobres solamente los usa como bandera política, con el engaño de ayudarlos a través de sus programas sociales, que no son sino programas compra votos, con la única finalidad de que voten por los candidatos de Morena. Ahora además de ser el Rey del Cash, también se sumará a ser El Rey del Plagio, como la Ministra Esquivel. 

Triste y patética realidad de la 4-T.



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