Real del Monte, uno de los pueblos mágicos más pintorescos de Hidalgo, es conocido por
su estrecha conexión con la cultura británica, un legado que se remonta al siglo XIX, cuando
mineros ingleses llegaron a trabajar en las minas de la región. Este intercambio cultural dejó
una huella indeleble que aún es evidente en la gastronomía, las tradiciones y la arquitectura
del lugar.
El platillo más icónico que refleja esta influencia es el paste, una adaptación mexicana del
clásico “Cornish pasty” británico. Originalmente, los pastes eran una comida práctica para
los mineros, que podían llevarlos al trabajo y consumirlos sin necesidad de utensilios. En la
actualidad, los pastes son un emblema gastronómico de la región, con rellenos que van
desde los tradicionales de papa con carne hasta combinaciones más innovadoras como
mole o tinga.
La arquitectura de Real del Monte también muestra claras influencias británicas. Las casas
de techos inclinados y fachadas de madera recuerdan a los pequeños pueblos de
Cornualles, Inglaterra. Además, lugares como el Panteón Inglés, donde descansan muchos
de los mineros británicos y sus familias, son un testimonio tangible de esta relación
histórica.
La llegada de los británicos no solo influyó en la comida y la arquitectura, sino también en el
ámbito cultural. El fútbol, por ejemplo, fue introducido en México por estos mineros en Real
del Monte, marcando el inicio de un deporte que hoy es una pasión nacional. Además, la
tradición de las bandas musicales y las festividades mineras también tienen raíces en esta
convivencia intercultural.
Hoy en día, los visitantes de Real del Monte pueden sumergirse en esta fusión cultural a
través de rutas gastronómicas, visitas guiadas al panteón y a las minas, y festivales que
celebran este legado único. La influencia británica en el pueblo no solo es parte de su
historia, sino una muestra de cómo las tradiciones de dos culturas se pueden entrelazar
para crear algo completamente nuevo y distintivo.
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