En el último año del sexenio actual, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha alcanzado una rentabilidad significativa en sus actividades de fiscalización. Durante el primer trimestre de 2024, por cada peso invertido en actos de fiscalización, el SAT obtuvo 201.6 pesos, lo que representa un aumento del 25.3% en comparación con el mismo periodo de 2023.
Este crecimiento contrasta con los datos de 2018, cuando cada peso invertido generaba solo 42.4 pesos en retorno fiscal. Bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto, la rentabilidad era mucho menor.
El SAT ha mejorado consistentemente su eficiencia desde el inicio del actual gobierno federal en 2019. En ese entonces, la recuperación por peso invertido era de 68.8 pesos, y esta cifra ha aumentado significativamente en años sucesivos: 108.9 pesos en 2020, 126.5 pesos en 2021 y 124.8 pesos en 2022.
Miguel Ángel Tavares, del Colegio de Contadores Públicos de México, ha destacado el papel crucial de las herramientas de fiscalización automatizada del SAT, que han permitido una vigilancia más efectiva sobre los contribuyentes.
La rentabilidad del SAT también se basa en la efectividad de sus auditorías. Durante enero-marzo de este año, el porcentaje de efectividad fue del 98.5%, lo que indica que más del 90% de los casos auditados resultaron en observaciones determinadas por los auditores, asegurando así una ejecución de auditorías con alto grado de certeza.
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Cortesía de El Contribuyente
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