Platillos frescos y de temporada en la gastronomía hidalguense

La primavera trae consigo ingredientes frescos que forman parte de la gastronomía tradicional de Hidalgo. Los nopales y quelites son protagonistas de ensaladas y guisos ligeros, perfectos para el clima cálido. Los escamoles, también conocidos como el “caviar mexicano”, aparecen en los menús durante esta temporada y se disfrutan en tacos o con mantequilla y epazote.

Otros platillos ideales para estos días son las carnitas de mixiote, que se pueden acompañar con salsa de xoconostle, un fruto de temporada que da un toque fresco y acidito. También, las calaveras de amaranto, un postre típico que combina la dulzura de la miel con el crujiente de los cereales autóctonos, se convierten en una opción ligera y deliciosa para esta época.

Para quienes buscan bebidas refrescantes, el agua de garambullo es una excelente opción. Hecha con este fruto silvestre parecido a la tuna, su sabor dulce y ligero es ideal para acompañar cualquier comida primaveral. Otra bebida que se disfruta en esta temporada es el pulque curado con frutos de la región, como capulín o fresa, que le dan un toque especial y son muy apreciados por locales y visitantes.

En Hidalgo, la primavera no solo se disfruta en el paisaje, sino también en la mesa. La combinación de ingredientes frescos, técnicas ancestrales y la creatividad de los cocineros locales hacen que esta estación sea una de las mejores para degustar la riqueza culinaria del estado. Ya sea en mercados, fondas o restaurantes de alta cocina, cada platillo cuenta una historia y resalta los sabores auténticos de la región.



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