Un estudio abre la puerta a terapias celulares más seguras y personalizadas para personas con diabetes 2

Un equipo del Institut d’Investigació de Sant Pau ha descubierto que el factor de crecimiento fibroblástico básico (bFGF) es clave a la hora de tratar las células madre de personas con diabetes tipo 2, ya que tiene la capacidad de revertir las alteraciones funcionales de las células del tejido adiposo y favorecer la remodelación vascular de estos pacientes. La investigación, publicada en la revista científica Diabetologia, abre la puerta a terapias celulares más seguras y personalizadas basadas en el uso de las propias células del paciente.

Concretamente, el tratamiento experimental que presentan demuestra que el bFGF es capaz de modificar el perfil genético de las células de los pacientes. Aunque las células madre tienen, en condiciones normales, un papel esencial en la regeneración de tejidos, en las personas con diabetes su eficacia se ve reducida.

Además, el bFGF también tiene la capacidad de modificar los microARN, pequeñas moléculas que regulan la expresión génica y afectan directamente a la formación de vasos sanguíneos y a la reparación vascular. En resumen, este factor de crecimiento restaura la proliferación y formación de nuevos vasos sanguíneos.

Recuperación celular

“Hemos observado que el bFGF restaura funcionalmente las propiedades angiogénicas de las células endoteliales. Les devuelve su potencial proangiogénico y la capacidad para interactuar con otras células vasculares y formar nuevas estructuras vasculares. Es una recuperación muy destacada si tenemos en cuenta el daño que la diabetes produce en este tipo de células”, explica la investigadora principal del estudio y responsable del grupo de Terapia Celular y Angiogénesis en la Patología Isquémica del IR Sant Pau, Gemma Arderiu.

Durante el estudio, el equipo de investigación obtuvo muestras de tejido adiposo subcutáneo y visceral de ocho pacientes: cuatro con diabetes tipo 2 y obesidad mórbida, y cuatro no diabéticos con peso normal. Gracias al aislamiento de estas células madre, descubrieron el papel del bFGF en el crecimiento celular, la cicatrización y la formación de vasos sanguíneos. Además, lograron que las células de los pacientes con diabetes recuperaran su potencial, llegando a comportarse como las de personas sanas.

La diabetes tipo 2 es una enfermedad metabólica que daña el sistema vascular y reduce la capacidad del organismo para reparar los tejidos, además de alterar los niveles de glucosa en sangre. Esta condición afecta principalmente al corazón, los riñones, el cerebro y las extremidades inferiores, generando complicaciones cardiovasculares.

Cortesía de El Periodico



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