DESPILFARRO Y FRACASO EN PROGRAMA CACHA VOTOS

Por: Carlos Aguila Franco

Mientras que la educación, la salud, la seguridad, entre otros muchos temas más, no son prioridades reales para López y su nefasta 4-T, no le importa despilfarrar miles de millones en sus programas cacha votos, llamados sociales, porque esos, si son su prioridad, sin importarles que fracasen en los objetivos que plantearon lograr. Aunque sabemos, los que sí pensamos y no aceptamos limosnas, que el objetivo real es que sigan votando por Morena para seguir recibiéndola.

En ese tenor esta su Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, el cual sin importarle que vaya de fracaso en fracaso, para el presupuesto 2023, está contemplado un aumento del 6.42%.

Entre sus fallas y problemas es que, aunque ya cumplió la meta de beneficiarios NO TIENE un estudio y cifras concretas para evaluar si ha cumplido su objetivo.

En esa línea, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, desde el pasado mes de julio del 2022, señaló este vacío de resultados observables, lo cual fue confirmado por López en su Cuarto Informe de Labores.

CRÓNICA DE UN FRACASO

Jóvenes Construyendo el Futuro, arranca sus operaciones el 10 de enero del 2019, a 40 días de iniciada la administración de López. Teniendo “supuestamente” el objetivo de “impulsar la inclusión e incrementar las oportunidades de acceso al mercado laboral de las y los jóvenes, por medio de la capacitación en el trabajo”, y para ello se les otorgaría una beca a los beneficiarios.

Pero a 3 años 8 meses de aplicarlo, se desconocen estudios y cifras que demuestren con certeza, el número de becarios que, bajo el objetivo trazado, lograron tener un trabajo 

Aunque no es digno de total confianza el dato, López en su Cuarto Informe de gobierno, afirmó que el 46 por ciento de los becarios sí habían conseguido trabajo, o desarrollaron una actividad productiva, a diferencia de quienes no participaron en el programa, de los cuales sólo el 23.6 por ciento lo consiguió, resaltándolo como uno de sus logros.

Lo cual no está apegado a la realidad actual, es engañoso, dado que las cifras que cita López, están contenidas en del estudio “El efecto del programa Jóvenes Construyendo el Futuro durante la pandemia”, que se difundió en el mes de septiembre del 2021, por parte del INEGI, derivados de una revaluación de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2020. Que fue aplicada entre agosto y noviembre del 2020, en el que se identificaron a 859 beneficiarios de Jóvenes Construyendo el Futuro, como una muestra representativa de los 294 mil 426 que estaban inscritos en el programa en ese periodo.

En ese mismo estudio, se señala que de los 139 mil 353 jóvenes que salieron del programa en el periodo de levantamiento de la encuesta, 64 mil 428 lograron un trabajo o declararon ingresos laborales, razón por la cual los consideraron como empleados. El problema radica en que esta estadística no es nada clara, ni hay forma de comprobarla.

Es por ello que se destaca en el estudio a nivel de conclusión, la pregunta que queda por responder, ¿qué porcentaje de la población que se ha capacitado a través del programa pudo efectivamente incorporarse a un trabajo formal, se logró la inclusión laboral y, por tanto, social, reduciendo su fenómeno de marginación?

De acuerdo a lo publicado el 20 de septiembre del 2022, por el Diario La Razón, entrevistando a becarios de este Programa, señala el caso de “Adolfo” se sumó al programa en 2020-2021 en una empresa de la que no quiso dar más detalles, pero en la que realizó labores relacionadas con su carrera: Diseño gráfico. Aunque afirma que esto le ayudó a poner en práctica lo aprendido en la universidad y contar con un seguro de salud temporal, “de poco me sirvió, porque ni la empresa en que trabajé ni otra me han querido contratar. Como que los becarios del programa los usan para tener personal y que el Gobierno sea quien pague, pero no apuestan por nosotros”, lamentó.

Asimismo, otros becarios consultados por La Razón señalaron experiencias similares, aunadas a la confirmación de que el programa sólo evalúa su desarrollo durante el programa y después ya no se sabe si obtuvieron un empleo.

Como el caso de Isaac, que sólo formó parte del programa entre enero y marzo del 2022, en la empresa Ion Ag+, que se encarga de implementar tecnología para resolver las necesidades de agua para la población. “La vacante era una carnada; las actividades a desarrollar eran completamente diferentes a lo acordado en la plataforma y en las entrevistas. La empresa comete muchas irregularidades en normativa de trabajo, ambiental y de seguridad, por eso me salí de ahí”, señaló Isaac.

Pero esa cruda realidad, ni lo que se ha venido denunciando de cientos de casos de corrupción, dado que los jóvenes becarios consiguen donde los acepten, pero compartiendo parte de su beca con la empresa, simplemente no asisten y cada quien recibe su dinero. Al igual que solamente un pequeño porcentaje es el que al final del año logran quedarse a trabajar, López seguirá con ese programa sin que se puedan evaluar los resultados reales de esos ya dos millones 300 mil 690 jóvenes “beneficiados” desde el 2019.

Y para el 2023, el presupuesto que quiere que reciban es de 23 mil 90 millones 451 mil 801 pesos, como lo señalamos, un 6.4 por ciento más a los 21 mil 696 millones 592 mil 599 del 2022.

Este aumento es por dos causas, incorporación de más becarios, y el incremento al monto de la beca, pasando de 3 mil 600 en el 2019 a 5 mil 258.13 pesos mensuales.

De esta manera, López sigue despilfarrando miles de millones de pesos en programas como este, sin que haya resultados reales y en beneficio de quienes lo reciben, dado que su UNICO OBJETIVO, es QUE VOTEN POR MORENA. Mientras que para ello recorta y recorta en otras dependencias como Educación, Salud, o desaparece programas para adueñarse de esos presupuestos y ocuparlos cachando votos. Ese es su real Cambio prometido, por el que votaron 30 millones de incautos e ilusos que creyeron que con López y Morena habría una Cuarta Transformación. Lástima, como dice Paco Ignacio Taibo II, “se las metimos doblada camarada”. Espero lo estén disfrutando. 



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